Atlas y Chivas empataron a un gol. El Clásico Tapatío más añejo del fútbol mexicano vio como los Zorros rescataron el punto ante su gente con un Julián Quiñones que se fue expulsado en el festejo, pero que demostró que rojinegros y rebaño son como agua y aceite en la perla tapatía.
Nadie mentía cuando advertían que la rivalidad era dentro del terreno de juego, lo que se vendió como un Clásico por la paz, acabó con dos expulsados de Atlas, uno de Chivas, polémica y conatos de bronca en las gradas durante la segunda mitad.
El primer tiempo fue de los Zorros, Diego Cocca supo mover sus piezas y encontró los espacios a las espaldas de la defensa rojiblanca mermada por la baja de Luis Olivas sustituido por Antonio Briseño.
Julio Furch en el 13’ intentó un taquito dentro del área, pero no conectó de buena manera para buscar la puerta de Miguel Jiménez, primero aviso. Julián Quiñones con una chilena también intentó, pero su remate se fue por un lado.
Atlas también tuvo ausencias de peso, Jeremy Márquez que había recuperado, se perdió el juego por lesión muscular, mientras que Diego Barbosa sigue sin aparecer después de más de un mes y el club sigue sin aclarar su estado de salud.
Al 31’ la primera polémica, Furch intentó rescatar el balón antes de que saliera del campo, Quiñones remató. Gol de Atlas, el Jalisco se convirtió en la sucursal de un manicomio, pero después de revisar en el VAR, la acción fue invalidada. El juego se mantenía empatado.
Antes de ir al descanso apareció la primera bronca en una falta a las puertas de la banca rojinegra, Miguel Ponce y Jairo Torres fueron los expulsados en una acción que vio tarjetas, empujones e insultos.
La segunda mitad no escatimó en espectáculo, quizás no fue el juego con mayor llegadas a la porterías de la semana, pero Atlas y Chivas demostraron cómo se vive el Clásico Tapatío, eso sí, la mejoría del Rebaño fue evidente.
Para el 65’ llegó el primer gol del encuentro, Chivas la tocó por todos lados. Alexis Vega tuvo que retrasar su posición para ser partícipe de las acciones, mientras el balón pasaba por sus pies había idea. José Juan Macías disparó, Camilo atajó, pero en el rebote, “Piojo” Alvarado la mandó a guardar. La visita estaba al frente y con merecimiento por lo mostrado en el complemento.
Con más frescura que idea el campeón se fue al frente. Cocca envió a la cancha piernas como las de Ozziel Herrera, Aníbal Chalá, Brayan Trejo, todo buscando hacer daño a un chiverío ya cansado.
Macías no pudo liquidar en mano a mano con Camilo y dejó con vida a un equipo que se levantó de entre las cenizas en la compensación. Quiñones y un centro de Chalá en uno de los pocos mano a mano que buscó contra Isaac Brizuela.
Julián ganó por alto y puso el empate en el agregado. El festejo llevó a otro problema, Quiñones gritaba a la banca de Chivas que “en su casa no”, se quitó la playera para mostrárselas.
Se hizo de palabras con cuánta camiseta rojiblanca se cruzó, se fue expulsado, pero la obra estaba hecha. El Clásico por la paz tuvo todo, menos paz. Atlas y Chivas igualaron en el Jalisco.