El júbilo del histórico 12 de diciembre en el aficionado rojinegro duró prácticamente solo un mes. Atlas aplazó su estreno en el Clausura 2022, lo agendó un sábado por la tarde y ni siquiera así pudo encontrarse con un recibimiento caluroso por parte de sus seguidores.
A un par de minutos de que iniciara su compromiso ante el Atlético de San Luis, e incluso ya con el encuentro en marcha, las gradas del Estadio Jalisco lucían casi vacías. La mayoría de aficionados se ubicaron en los costados del inmueble y detrás de las porterías los huecos eran más evidentes.
La Barra 51 tampoco se manifestó como en otras ocasiones. La Zona Norte del Jalisco, que durante el 12 de diciembre pasado estuvo repleta, apenas reunió a un centenar de personas que con un par de tambores intentaron acompañar a los campeones del futbol mexicano.
Ni siquiera las ventas de pases rojinegros para este torneo aseguraron una buena entrada en el Jalisco. Un mes y tres días después, el ambiente lucía más como aquellos malos tiempos para los Zorros, que lo que comúnmente se imagina para el actual campeón del certamen.
MN