Debutar a un chico de 18 años en la primera jornada no es casualidad. Para un club cuyos talentos de casa suelen brillar en otras instituciones, la aparición de un chico prometedor también revela otra circunstancia: la comodidad y confianza de sentirse dueños del partido.
Chivas esperó hasta los últimos momentos del primer tiempo para montar una fiesta a su favor. Hizo que todos olvidaran la clara falla de César Huerta al minuto seis y que antes del primer tanto, les había costado generar ocasiones claras en la portería que defendía Nicolás Vikonis.
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Al minuto 45, Néstor Vidrio derribó a Ángel Zaldívar en el área y César Ramos concedió la infracción. Desde el punto penal, el nueve del Rebaño inauguró el pequeño carnaval que duró cinco minutos, suficientes para sentenciar el partido.
Un par de minutos después del 1-0, Eduardo Torres sacó un gol de otro partido. Chivas sacó frutos de su mayor virtud: la presión alta. El canterano se encontró con un Vikonis adelantado en su área, un arco libre, y con una definición de primera con la parte externa, se inventó un globo que terminó como el 2-0.
Tres minutos después cayó el 3-0 que trajo tranquilidad no solo en el encuentro, sino en el aficionado del Guadalajara. Alexis Vega marcó de tiro libre y aprovechó para conversar unilateralmente con la afición rojiblanca; beso al escudo y una señal de pertenencia para ocultar la incertidumbre de su futuro inmediato.
La segunda mitad se diluyó en los botines de los rojiblancos, que pasearon el esférico por todas partes mientras esperaban que el silbante marcara el final del partido. Chivas se defendió, pero lo hizo con balón. Se aprovechó de un equipo que nunca tuvo una intención clara al frente y que en momentos pecó de displicente.
Al 85’, Marcelo Michel Leaño envió a la cancha a Sebastián Pérez Bouquet para que éste debutara como profesional. Más que una modificación, un mensaje implícito donde aceptaba la victoria y tranquilizaba a sus jugadores.
La afición que pidió refuerzos y recriminó a sus directivos una y otra vez, volvió a disfrutar en casa. Ovacionaron a futbolistas, celebraron eufóricos los goles y se marcharon con una sonrisa. Al menos durante 90 minutos, pudieron olvidarse de todos los defectos de su club.
Lejos de ser un partido de nota, el Guadalajara cumplió en su estreno en el Clausura 2022 y se llevó los tres puntos, algo que no hacía desde el 2020, cuando justamente, también se respiraba un aire de esperanza. En esta ocasión, espere que dure más que un par de meses.
DP