Ricardo Cadena se ha mantenido ajeno a uno que le exija resultados positivos y sin embargo, los ha entregado. El Guadalajara está más tranquilo que nunca en el torneo en términos de repechaje.
A la afición de Chivas le bastó una semana para pasar del “Fuera Leaño” y el grito homofóbico, a unirse nuevamente para recordar que su corazón está pintado tricolor. Pareciera que el cambio en la dirección técnica los liberó a ellos también.
El Rebaño volvió a sufrir en los últimos minutos. Incluso necesitó que la figura de Miguel Jiménez se hiciera gigante para mantener la ventaja en la recta final. Pero al igual que contra Cruz Azul, todo fluyó con armonía, en parte gracias a las nulas amenazas del rival.
Ricardo Cadena se vio en la necesidad de confiar en uno de sus pupilos del Tapatío. Pável Pérez, que tantos resultados rescató para su entrenador en la Liga de Expansión, volvió a responder, esta vez en el máximo circuito.
Sin atraer reflectores o prometer más allá de lo posible, Ricardo Cadena ha sabido lidiar con la presión de un interinato. No sabe si el suyo también se convierta en un puesto definitivo, pero al menos, con resultados, le ha regresado un poco de ilusión al Guadalajara.
MN