En redes lo han crucificado y han pedido su renuncia, pero Andrés Lillini ,con el apoyo de la directiva, se mantiene firme con Pumas.
Pese a las goleadas, el técnico universitario puso el pecho a las balas y negó haber pensado en una renuncia luego de las goleadas que ha arrastrado el equipo desde el episodio en Barcelona.
“No me pasó por la cabeza renunciar porque no soy un ignorante, desalmado o mercenario. No me pasó porque no puedo dejar a este grupo a la deriva. Seguro sería muy fácil decir: ‘chao, gracias por todo” y poner a mucha gente contenta y que venga otro entrenador. No se me pasó porque soy bastante duro conmigo mismo. No es por cobrar un contrato ni nada; hay que darles resultados a la afición y eso va cambiando conforme suceden este tipo de cosas negativas”.
El entrenador denunció que algunos aficionados le lanzaron una botella desde las gradas, situación que reprobó y lamentó junto a los abucheos que se dieron contra Dani Alves y Julio González.
“No me parecen normales ni propios los abucheos. Ellos son jugadores que son íntegros que dejan todo. No lo comparto porque después en las buenas vienen y los abrazan, como han hecho con Julio. Yo le pido a la afición que tenga paciencia y tranquilidad y que no se enganche con ninguna incitación a la violencia porque no estamos para esto. Estamos para poner la cara porque sabemos que pagan un boleto; en estos momentos con una vergüenza deportiva muy grande pero de ahí a tratar que pasen cosas peores, no me parece”.
Pumas registró su tercera derrota del torneo, la segunda por goleada, esta vez de 5-1 ante Santos Laguna por la Jornada 10.
MPP