En la historia de México podemos encontrar varios acontecimientos que forjaron la identidad, el espíritu nacionalista y patriotismo de nuestro país, entre los hechos históricos más importantes está la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 donde destacaron personajes como el general Ignacio Zaragoza, quien lideró las fuerzas nacionales para defender con heroísmo el territorio mexicano ante el ejército francés, considerado entonces como el más poderoso del mundo.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), este acontecimiento ha sido referencia para los historiadores e investigadores, ya que se trata de la defensa de los primeros hijos de una nueva nación que se enfrentaba a los estragos de la Guerra de Reforma, la cual culminó en la batalla de Calpulalpan en 1861 y con Benito Juárez como Presidente de la República.
Imágenes de la Batalla de Puebla
En el Museo Nacional de Antropología e Historia se exhibe una pintura al óleo de Patricio Ramos Ortega, quien fue combatiente combatiente de la batalla en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe. "Habiendo tomado parte fui testigo ocular del 5 de mayo de 1862”, dijo. Además, se puede apreciar el combate de los soldados zuavos de Francia y la infantería mexicana.
Otra de las imágenes del hecho histórico es esta pintura anónima de técnica de óleo sobre tela de un autor anónimo, en ella se puede apreciar el combate entre las fuerzas nacionales y el ejército francés.
Otra pintura de Patricio Ramos Ortega muestra la lucha cuerpo a cuerpo entre soldados mexicanos y franceses en el cerro de Loreto. La obra ha participado en exposiciones y colecciones digitales sobre los chinacos, nombre destinado a los guerrilleros liberales mexicanos durante la guerra de Independencia, la guerra contra los Estados Unidos y la intervención francesa en México. Forma parte de la colección del Museo de Historia Mexicana.
Personajes de la Batalla de Puebla
El liderazgo del general Ignacio Zaragoza para dirigir la defensa del territorio nacional ante el avance de los franceses le valió ser uno de los personajes más reconocidos de la Batalla del 1862. En su honor, el 11 de septiembre de 1862, por decreto del presidente Benito Juárez, se designa a la ciudad Puebla de Zaragoza. Sus restos descansan en el monumento a su nombre en la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Este retrato forma parte de la Colección Museo de Historia Mexicana.
El pintor Primitivo Miranda realizó esta obra en 1858, año turbulento para el país, ya que el entonces presidente Ignacio Comonfort desconoció la Constitución, lo que permitió que el grupo conservador representados por Félix Zuloaga usurpar el poder y que motivó la Guerra de Reforma. De acuerdo con la investigadora Angélica Velázquez, Miranda ofrecía su obra para ser leída desde el ámbito de lo político, en la cual mostraba su postura ideológica: compuesta por soldados humildes, analfabetas, sucios, desnutridos, pero con la carga de defender la Carta Magna y la institucionalidad liberal. El cuadro original se exhibe en el Museo Nacional de Historia-INAH.
Las litografías e imágenes fueron recabadas por artistas gráficos del siglo XIX y XX se dieron a la tarea de rescatar esta reseña de valor y heroísmo, y plasmarla en imágenes que dan una idea de la magnitud de esta hazaña militar, compartidas por la Sedena en el marco del 160 Aniversario de la Batalla de Puebla, con las cuales relatará los días previos a la gesta heroica que en la actualidad llama a los mexicanos a la unidad y valor.
La investigación iconográfica fue realizada por Luis A. Salmerón y Gerardo Díaz.
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