Desde hace 28 años Don Juan vende sus elotes asados en la plaza de la colonia Chapultepec situada a un costado del bulevar Antonio Cárdenas, en Saltillo.
El hombre de 81 años, originario del ejido El Poleo en Arteaga, Coahuila, y quien actualmente ya es un ícono en Saltillo, comenzó su negocio junto a su esposa a las afueras de las pulgas con un asador elaborado con un bote de cuatro hojas de aluminio.
Para Don Juan no hay receta secreta pues asegura que la atención que da a sus clientes hace la diferencia.
“Vienen de Arteaga, ‘no Don Juan es que están mejor que acá’, y bueno pues gracias, qué puedo decir yo, la gente es la que dice si están buenos o no están buenos. Yo digo que la receta secreta es la atención, porque como siempre les digo, llévatelo, no te lo cobro, cuando los estoy poniendo les digo, llévenselos, no se los cobro”, contó para TELEDIARIO Don Juan.
“Estoy muy agradecido con la gente de aquí, porque todo el mundo llega, hay de todo, pero aquí la gente es muy linda gente, vienen de Torreón, me mandan saludos de Estados Unidos los que vienen de vacaciones”, dijo.
Saltillenses compran con Don Juan desde otras colonias
La gente incluso acude desde otras colonias de la ciudad a buscar a Don Juan para comprarle sus elotes.
“Compro desde hace diez años más o menos, ha estado sabroso, vengo a comprar desde la colonia Topochico, si valen la pena, están sabrosos. Son para los nietos, para mi señora. Están bien los elotes de Don Juan, apoyemos a venir a comprarlos, están muy sabrosos”, aseguró uno de los clientes de Don Juan.
El legado de Don Juan continuará a través de su nieto quien actualmente a diario le ayuda con la preparación de los elotes.
“La gente lo pide con mayonesa y que pique, lo que pica les gusta, nos ponemos desde las 5:00. Aquí los esperamos de lunes a domingo todos los días de 4:30”, señaló Gerardo, nieto de Don Juan.
La esposa de Don Juan acaba de fallecer
Como en cualquier ser humano las adversidades en la vida de Don Juan no pueden faltar, sin embargo, su trabajo lo motiva siempre a superarlas y seguir adelante.
“El trabajo, yo digo que es el trabajo, ahorita andamos medio apuradillos por ahí, porque el martes enterré a mi esposa, el jueves fui a Monterrey a enterrar a un hermano. Esto a mí me motiva mucho a seguir viviendo, la gente siempre me pregunta si me voy a poner y ahí vamos, estamos muy agradecidos con las autoridades y todo”, señaló Don Juan.
KM