En un sábado marcado por la tensión y el abuso, un grupo de migrantes fue intimidado por personal del Instituto Nacional de Migración en las instalaciones de la Capilla Santiago Apóstol de Torreón.
La capilla fue habilitada para brindar alimentos a los viajeros, y el incidente se produjo después de que personal del Migración les confiscara sus teléfonos celulares e identificaciones.
En ese momento, el padre Rafael López llegó a la Capilla Santiago Apóstol para impedir lo que representaba un abuso a los derechos humanos.
"A mí ya me habían platicado cómo los acosan (personal del INM a migrantes), como los bajan de los trenes, los corretean, los amedrentan pero yo no lo había presenciado".
El padre López se encontraba en la parroquia cuando escuchó ruidos al exterior, por lo que salió y aseguró que había dos camionetas del INM, una con placas y la otra no portaba identificación, así como un grupo de 13 migrantes, entre ellos tres menores de edad.
Al cuestionarle al personal de dependencia el motivo para retirarles sus pertenencias, le respondieron que "era parte del proceso".
"Me dicen que era parte del protocolo y les respondo que no entiendo su proceder. No les puedes quitar sus pertenencias, para mí eso es un robo".
Después del incidente, el padre Rafael López buscó asesoría legal de un abogado de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El abogado confirmó que las acciones del personal de Migración constituían una violación de los derechos de los migrantes y que estas prácticas no podían ser toleradas.
Posteriormente el sacerdote regresó y uno de los agentes del INM lo intentó intimidar:
"Me dicen: ya les regresé sus celulares y su identificación, ya no se esté metiendo. Usted ya no nos esté diciendo nada. Les digo: Oye, espérate. Ellos tienen sus derechos y no puedes violentarlos. Al final me dijeron que ellos eran profesionistas, que no éramos iguales ellos (los agentes del INM) y yo, y presumió que contaba con una maestría. ¿Eso qué? ¿Ese comentario para qué?".
En vista de esta situación, el padre Rafael López ha anunciado su intención de presentar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos en contra del Instituto Nacional de Migración. Esta queja busca denunciar el abuso de derechos que enfrentan los migrantes, no solo en los Patios de Ferromex, sino también en otros lugares donde buscan refugio y donde, según el padre, están siendo perseguidos.
"Esta no es la primera vez que presenciamos abusos contra los derechos de los migrantes. Es inaceptable que se les intimide y se les prive de sus pertenencias. Esto va en contra de los principios fundamentales de humanidad y solidaridad que todos debemos respetar."
El incidente en la Capilla Santiago Apóstol destaca la importancia de proteger los derechos humanos de los migrantes y llama la atención sobre la necesidad de un escrutinio continuo de las acciones de las autoridades migratorias en México.
Sgg.