El escritor, periodista e historiador, Héctor Aguilar Camín, aprovechó su visita a la ciudad a la Feria Internacional del Libro Monterrey para enfatizar que las estadísticas de inseguridad en México dejan en claro que matar en este país “es muy barato”.
Por lo que, reiteró en entrevista con Víctor Martínez, para el programa Cambios, la impunidad es lo que tiene al país roto.
“Lo que está roto en México es el umbral del crimen, el umbral de la violencia, es muy barato matar en México, no cuesta nada, cuesta muy poco, la estadística es que de 100 homicidios dolosos que se cometen solo llegan a prisión tres o cuatro personajes.
“Y hay algunas dudas de que sean los verdaderos culpables, hay una impunidad que tiene que ver con la destrucción de la red de seguridad pública del país”, dijo.
Debido a ello, recalcó previo a su presentación en la FIL Monterrey, que en la actualidad se registran más crímenes, más feminicidios y asesinatos de periodistas que nunca.
Sobre los crímenes de periodistas, agregó, aparece una exigencia colectiva del gremio que, consideró, se debería de notar también en esa magnitud en otros sectores de la sociedad.
“Si cada sector de la sociedad exigiera con la misma potencia la protección del estado, que no está recibiendo, porque estos asesinatos de periodistas son una pequeña página del libro de miles de páginas de los homicidios impunes en México.
“Mucho más grave de lo que nos pasa a nosotros como gremio es lo que pasa con el feminicidio, y tampoco hay ninguna atención ahí, tenemos ostensiblemente una legislación más favorable a la mujer, tenemos una opinión pública mucho más favorable a las causas de las mujeres y tenemos más feminicidios que nunca”, recalcó.
La violencia, expresó, se ataca con seguridad pública, con policías, con procuradurías, con investigación criminal, con castigo a la delincuencia, y con una serie de instituciones que se tomen el trabajo de perseguir el delito.
Los tres absolutos en La Guerra de Galio
De acuerdo con el escritor, este libro surgió pensando en tres asuntos, en tres grandes frustraciones y tres grandes dilemas de su generación.
El absoluto de la revolución, el de la igualdad y libertad y el del amor; en su área, agregó, libertad periodística.
“Y la novela es la historia de cómo esta búsqueda de estos tres absolutos no puede lograrse, hay una índole trágica en esta necesidad de la libertad que no se puede ejercer sin restricciones, se tiene que ejercer con restricciones.
“Hay esta índole trágica de la búsqueda de la igualdad y la justicia que es muy difícilmente alcanzable y hay esta búsqueda del absoluto del amor que solo puede alcanzarse en eternidades efímeras, suceden grandes momentos y se van, pero no hay ese lugar donde dura para siempre”, precisó.
Aguilar Camín aseguró que por primera vez entendió el orden de la ciudad de Monterrey, en la que, dijo, siempre está como perdido, lo cual, remató, tiene su encanto.
“Es una ciudad compleja, de una extraordinaria riqueza de todo lo que hay alrededor de la gran vía que la corta y que al mismo tiempo la ordena, a lo largo del río Santa Catarina.
“Y al lado y lado aparece una ciudad compleja, riquísima de un lado, muy precaria del otro; con mucha tradición en una parte y con una extraordinaria modernidad en otra”, puntualizó.
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