Los hermanos Alfredo y Juan Manuel, de 13 y 11 años, que están por culminar la preparatoria y buscan ingresar al nivel superior, visitaron las instalaciones de la Universidad Politécnica de Ramos Arizpe ,(UPRA) dónde les presentaron las diferentes carreras que tienen disponibles, buscando sumarlos a la comunidad estudiantil de dicha institución, según lo dio a conocer la rectora de la casa de estudios, Cecilia de la Garza.
Destacó que los niños superdotados mostraron interés por la carrera de robótica, por lo que dijo esperar que ambos se decidan por estudiar en la UPRA.
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¿Quiénes son Alfredo y Juan Manuel?
Lo que en un inicio parecía ser un caso de un niño distraído o desinteresado por participar en clases, llevó a una madre de familia a descubrir que su pequeño hijo tenía un coeficiente intelectual de 140 puntos, por lo que, de obtener calificaciones apenas aceptables, ahora se perfila para ser a sus 13 años, el segundo estudiante más joven en ingresar a la Universidad Autónoma de Coahuila, solo por detrás de su hermano de 11 años, que también presentó examen de admisión.
Sandra Valenciana, madre de Alfredo y Juan Manuel Jiménez, recuerda que, desde los primeros años, su hijo mayor mostró habilidades diferentes a las del resto de sus compañeros, ya que desde segundo año de jardín de niños, Alfredo sabía leer, escribir y dominaba las tablas de multiplicación, sin embargo, la confirmación sobre la capacidad intelectual del pequeño llegó a los siete años, cuando descubrieron que tenía la habilidad de resolver problemas de álgebra.
Pese a ello, Alfredo seguía llevando malas calificaciones por parte de los maestros, que reportaban que el niño no hacía caso en clases, olvidaba sus cosas, no esperaba su turno para hablar, entre otras cosas.
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Aseguró que, en ese momento, decidió probar la capacidad de su hijo, y le explicó cómo resolver un problema de álgebra, y al ver que el menor lo resolvió de inmediato, dejaron de intentar que encajara en el sistema tradicional de educación, y buscaron atención especializada.
Sandra Valenciana, aseguró que a fin de tener un diagnóstico certero, buscaron un lugar donde realizarle las pruebas psicométricas, las cuales les dieron un resultado de 140 puntos de coeficiente intelectual, y una respuesta que ya esperaban.
“Nos manifiestan que, por ser una condición genética, el hermano tenía un 70 por ciento de probabilidad de tener la misma condición, y al cabo de un año realizamos las pruebas con el hermano, y lo confirmamos”, dijo.
KM