La colocación de ofrendas y altares para el Día de Muertos es una tradición que ha trascendido de generación en generación, esta costumbre es, sobre todo, afín a las creencias católicas relacionadas con la cultura prehispánica, época en la que ya se ofrendaba a los difuntos.
Sin embargo la duda persistente es si se le debe poner ofrenda a las personas que recientemente han fallecido, o si se debe esperar a que cumplan un año de muertos, para entonces poder ofrendarlos.
Al respecto, la creencia popular indica que si una persona muere durante los meses de agosto, septiembre y hasta octubre, NO se les debe poner en la ofrenda, debido a que en ese momento ellos no pueden “visitar” las ofrendas ya que funcionan cómo una especie de acompañantes de los que ya llevan más tiempo muertos.
Esto de acuerdo con la creencia de que les ayudan a cargar su “itacate” de regreso al mundo de los muertos, y así ingresan también al Mictlán.
¿Qué pasa si se le pone ofrenda a alguien recién fallecido?
La historia popular indica que si se le pone en la ofrenda a alguien recién fallecido no llegará al Mictlán por lo que su alma sufrirá quedando en una especie de limbo en el que no puede volver, pero tampoco puede encontrar el descanso eterno.
Esto debido a que el fallecimiento es tan reciente que todavía se encuentran camino hacia su encuentro con el señor de la muerte Mictlantecuhtli y la diosa Mictlancihuatl.
Este camino dura cuatro años atravesando obstáculos que miden la fortaleza de nuestro espíritu hasta llegar al descanso eterno, sin embargo, desde el primer año de muerto ya se les puede poner ofrenda y foto en el altar.
¿Cuándo se debe poner la ofrenda?
La tradición marca que desde el 28 de octubre se inicia con la colocación de altares en memoria de aquellas personas que murieron de maneras violentas, luego el 29 de octubre se coloca una veladora y un vaso con agua en memoria de los difuntos olvidados.
El 30 de octubre la ofrenda se dedica a aquellos niños que murieron sin ser bautizados y por lo tanto, sus almas se encuentran en el limbo, el 1 de noviembre se pone en el altar la imagen de los pequeños que murieron, y se le conoce cómo el día de Todos los Santos.
Por último el 2 de noviembre es el día en que se le coloca al altar a todas las personas que han muerto y se les ofrenda con comidas que eran de su agrado, objetos y costumbres con la esperanza de que se deleite durante esta fecha.
Ahora que ya sabes el significado de las ofrendas y de esta fecha tan esperada te recomendamos considerar bien a quienes pondrás en tu altar con la finalidad de conmemorar a su persona de manera correcta.
ERV