Gustavo Paredes Moreno, comandante del heroico cuerpo de bomberos en la capital, detalló que los meses de noviembre y diciembre suelen ser un foco rojo para la corporación, debido al alza en incendios ocurridos en casa habitación, esto debido a la numerosa colocación de altares de muertos, rosarios, nacimientos y la colocación de series de luces sobre una misma conexión eléctrica.
Según lo mencionado por Pardes Moreno, generalmente, este tipo de incidentes suelen desprenderse del estallamiento de veladoras que, al no ser colocadas debidamente, provocan que el siniestro se propague en cuestión de segundos.
“En las instalaciones eléctricas tenemos que tener mucho cuidado, debemos de colocar diversos fusibles y tratar de que todas estas instalaciones no se sobre carguen, hay ocasiones en que al momento de enchufar las series navideñas en exceso, nos pueden provocar un siniestro de gran magnitud, por ello el llamado es para que los duranguenses tenga muchísima precaución durante estos días, ya que, descuidos como estos nos pueden provocar un accidente grave o, inclusive, la muerte,” destacó el titular de protección civil municipal.
En el tema referente a la colocación de anafres o calentones de leña, el entrevistado detalló que este tipo de situaciones se han vuelto una costumbre para los duranguenses, especialmente, para aquellos que viven fuera de la mancha urbana, en poblaciones rurales, sin embargo, esto continúa siendo un riesgo mortal para los mismos, dado el desprendimiento de gas venenoso al momento en que se genera la combustión calórica del carbón o la leña.
Por último, Gustavo Paredes aseveró que el tráfico del mes diciembre generado por la llegada de cientos de paisanos también representa una contrariedad al momento en que las unidades se trasladan a controlar algún servicio, por lo que la estrategia de respuesta tendrá que mejorarse para evitar un desenlace tardío o consecuencias similares.