Hace millones de años el planeta Tierra era totalmente distinto a como lo conocemos en la actualidad debido a los cambios en el clima , al movimiento de las placas tectónicas y de las grandes superficies de la tierra.
Hace 335 millones de años existió pangea, un supercontinente formado por todos los continentes que conocemos en la actualidad pero que se fragmentó hace unos 180 millones de años. Las grandes masas de tierra se mueven constantemente, sin embargo, es un movimiento que no es perceptible para el ser humano.
Algunos geólogos de la Universidad de Lisboa han propuesto cuatro modelos del cómo podría ser el próximo supercontinente que se forme en el planeta Tierra: Novopangea, Pangea última, Aurica y Amasia.
De estos 4 modelos señalan que el que tiene más probabilidades de crearse es Amasia. De crearse, este nuevo supercontinente cambiaría de forma radical el clima de cada región, su biodiversidad así como la vida en la Tierra.
Así sería México si se forma Amasia
Los investigadores señalan que los modelos que han creado apuntan a que Amasia sería el supercontinente con más probabilidades de formarse. En este México se fusionaría con Europa mientras que la parte norte de México se uniría con la península ibérica y la parte sur con las islas canarias.
De este modelo la Universidad de Curtin y la Universidad de Pekín propusieron una conformación diferente. Señalan que en su modelo México se uniría con América del Norte y juntos se fusionarían con Asia.
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¿Cómo sería el clima y la vida en Amasia?
Según los investigadores, el clima de Amasia sería totalmente frío ya que se experimentaría una nueva Edad de Hielo, lo que cambiaría totalmente el clima y la diversidad de México. Sería en las zonas tropicales y subtropicales en donde se registrarían nevadas y temperaturas más bajas.
Si esto llegase a ocurrir se formarían nuevas cordilleras montañosas en la frontera entre México y Estados Unidos.
Si la especie humana sobrevive hasta estos días la economía y la política cambiarán totalmente ya que se abrirían nuevas rutas comerciales y se formarían nuevas fronteras, lo que podría propiciar la formación de nuevos gobiernos.
Toda la cultura que hasta entonces se conoce se mezclaría y daría vida a nuevas formas de interpretar el mundo así como nuevas fiestas, celebraciones y tradiciones. El contacto entre nuevas poblaciones sería una de las cosas que más impactarían a la población.