Anabel Hernández, es una de las periodistas de investigación más reconocidas en México, sobre todo por su especialización en los temas de narcotráfico y política.
Gracias a personalidades como la de ella, es que se pueden llegar a dar a conocer las historias y noticias de algunos capos, aunque en pocas ocasiones se conoce a quienes investigan para que ello se de a conocer.
El caso de Anabel es particular, ya que suele compartir historias que no son tan comunes, como es el caso de los familiares de quienes están involucrados en el mundo del crimen organizado, como en su reciente libro Las señoras del narco. Amar en el infierno.
Mismo que se presentará el viernes 1 de diciembre como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2023.
“Nunca había hecho la secuela de ninguno de mis libros, ni siquiera el de Los señores del narco, pero pienso que es tal el interés de lo que abordé con el libro de Emma y las otras señoras del narco, que quedaron tantas preguntas en el aire de cómo está este mundo donde mujeres famosas se involucran sentimentalmente con los narcotraficantes, cómo es este mundo intrafamiliar”, dijo la autora.
Además de ello, Anabel comentó que después de publicar otra de sus obras, Emma, recibió un mensaje de quien fuera pareja sentimental de Arturo Beltrán Leyva.
“Acababan de matar a la actriz Tania Mendoza en Cuernavaca y Celeste está convencida que el homicidio de Tania tiene que ver con el libro, porque piensa que alguien pudo haber creído que era Tania mi informante, que no lo es, yo no la conocí”, asegura la escritora.
Anabel también comentó que gracias a que tiene cierto prestigio, genera la confianza para que algunas personas se quieran acercar con ella para contarle su historia, porque les genera confianza.
“Mi primera condición es que necesito que me contesten con la verdad, porque además voy a corroborar”, menciona Hernández.
Afirmó también que muchas mujeres de México viven cierto tipo de violencia de cualquier tipo, en el caso de ella, dice que teme por las consecuencias que puede tener su trabajo.
“Yo soy una de esas mujeres. Psicológicamente me he preparado, desde antes de ser periodista, para enfrentar este miedo. Pero hay de miedos a miedos: una cosa es tener miedo de que alguien te agreda en la calle y otra cosa es que un funcionario público o un sicario quiera meterte una bala en la cabeza", dijo.
JB