A dos años de pandemia por covid-19 las huellas y cicatrices que ha dejado el virus en las y los poblanos no se han borrado, sin embargo, el recuerdo de la tragedia ha sido transformado de a poco, con esfuerzo, amor y terapia, en un aliciente para salir adelante por todos aquellos que el coronavirus se llevó.
Una historia que refleja la complicada situación por la que atravesaron (y aún atraviesan) miles de familias en Puebla es la de José Luis De Ita, padre de familia, esposo, hermano e hijo, a quien el covid-19 le cambió la vida en un abrir y cerrar de ojos.
Aún con dolor en el corazón, José Luis cuenta para TELEDIARIO Puebla la manera en que el covid-19 pasó de la incredulidad al dolor en carne propia. En diciembre de 2020 la familia De Ita Tlapalama celebró que su familia llegara a las fiestas decembrinas completa, un caso positivo que no pasó a mayores, pero desde los pilares del núcleo hasta las generaciones más nuevas estaban reunidas contra todo pronóstico del virus.
No obstante, el 27 de diciembre los síntomas en José Luis aparecieron. Pese a resguardarse en casa por tres días el comunicador decidió internarse en un hospital el 6 de enero ante los intensos efectos de la enfermedad sobre su cuerpo.
Dicha decisión fue apoyada con temor, pero esperanzas de un resultado favorable por toda su familia; incluso sus padres, José Luis De Ita Galván y Susana Tlapalama Escalona lo trasladaron hasta el hospital donde seguiría su tratamiento médico. Sin embargo, el entonces paciente no sabía que aquel viaje sería la última vez que vería a sus padres, un último viaje que terminó sin un beso, sin un abrazo y sólo con las esperanzas de volverse a ver.
Durante un proceso con altas y bajas en la cama de un hospital, José Luis se aferró a la idea de salir para volver a estar junto a su familia, sin embargo, durante su tiempo internado, sin que él tuviera conocimiento, su madre y padre enfermaron de covid poco después.
Ambos fueron internados en otro hospital y, una vez allí, lamentablemente Susana Tlapalama murió cuatro días después de su ingreso al nosocomio, y su esposoJosé Luis De Ita Galván decidió ser intubado poco después, momento en que perdió la vida ante la fuerza de la enfermedad. Para ese entonces, José Luis consiguió ser dado de alta, sin embargo, su realidad, su vida y su familia ya no eran las mismas, mientras el luchaba contra el virus, sus padres habían perdido la batalla.
Ahora, pese a la pérdida de sus padres, José Luis sabe que cuenta con una nueva oportunidad de vida junto con el resto de su familia.
AGA