El gobernador Samuel García Sepúlveda ordenó crear cuerpos de vigilancia del agua en todas las dependencias del Gobierno del Estado, las que deberán inspeccionar el cuidado del líquido, a fin de detectar mal uso para posteriormente aplicar sanciones que pudieran llegar a un millón 400 mil pesos.
El acuerdo, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Nuevo León, contempla que cada una de las dependencias estatales, en el marco de sus atribuciones, deberán formar equipos de servidores públicos que vigilen e inspeccionen el uso del agua potable, así como obtener evidencias en los casos de desperdicio de agua.
“Para que de manera coordinada, colaboren y lleven a cabo labores de vigilancia, verificación e inspección sobre el uso permitido del agua potable en el Estado de Nuevo León, formulando las actas conducentes y obteniendo las evidencias necesarias para, en su caso, aplicar las sanciones administrativas que resulten aplicables por la comisión de infracciones previstas por la Ley de Agua Potable y Saneamiento para el Estado de Nuevo León”.
Será la Secretaría General de Gobierno la que coordine las acciones entre todas las dependencias. La información recabada diariamente y luego ordenada y entregada directamente al gobernador.
El acuerdo estipula que todo desperdicio voluntario o involuntario, así como el uso innecesario de agua potable, será sancionado de manera estricta con una multa que va en las 3 mil a las 15 mil UMAS; es decir, desde los 288 mil pesos a 1 millón 443 mil pesos.
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