Erik Alexander, el menor de 16 años que acompañaba al activista Adolfo Enríquez Vanderkam al momento en que fue atacado a balazos y perdió la vida, se encuentra fuera de peligro.
Ante este caso, el secretario del Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona indicó que "Estamos colaborando con la fiscalía, la alcaldesa giro instrucciones para brindar todas las facilidades, videos, toda la información y estaremos a la expectativa de los avances de investigación".
- Comunidad
Al cuestionarle si habrá operativos especiales los siguientes días, debido a que la colonia San Juan de Dios es una de las más transitas del municipio, precisó que se reforzará la seguridad en toda la ciudad.
"Un acompañante que estaba ahí, está fuera de peligro estaremos atentos, también tanto la alcaldesa desde el día de ayer que sucedió, estamos en contacto con la familia del activista, brindando el apoyo y el tema de seguridad para ellos", expresó Jorge.
El acompañante del que habla Jorge Jiménez Lona, Erick Alexander, de 16 años, presenta lesión en brazo izquierdo y superficial en la oreja derecha, y después del ataque armado fue trasladado por una ambulancia en código verde para su atención médica.
El pasado martes 21 de noviembre por la noche asesinaron al activista Adolfo Enríquez Vanderkam, quien de acuerdo con las investigaciones salía de cenar tacos en la colonia San Juan de Dios.
Por parte de seguridad, Prevención y Protección Ciudadana (SSPPC), publicaron que este martes el activista Adolfo Enríquez perdió la vida al ser atacado en la colonia San Juan de Dios.
La Secretaría de Seguridad mantiene un intenso operativo de búsqueda de los probables responsables con información recabada en el lugar del hecho, todo ello será puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado, instancia con la que se colabora para el pronto esclarecimiento de este crimen.
Vanderkam era conocido por denunciar en redes sociales a criminales
Adolfo denunció en su página de Facebook las irregularidades que se cometían en la ciudad de León, por algunos funcionarios. Tiempo después, al ser testigo del alarmante incremento delictivo que sufría la ciudad, visualizó la impotencia vivida por las víctimas, y el panorama de impunidad y anonimato del que los delincuentes gozaron por largos años, y comenzó a denunciar en su página a rateros que descaradamente eran grabados cometiendo algún ilícito.
El impacto fue inmediato, pues muchas de las víctimas lograron identificar a los delincuentes, e incluso proporcionar nombres y domicilios. También comenzaron los ataques para Adolfo, exigiéndole bajo amenaza de muerte, que retirara dichas publicaciones.