En el nororiente de la ciudad de Puebla existe un centro ceremonial, aunque poco explorado, su historia es milenaria: el sitio arqueológico de Amalucan.
Actualmente, la gran mancha urbana ha rodeado al cerro de Amalucan, pero aún hay rastros que comprueban que esa zona se asentaron civilizaciones durante el período conocido como Formativo. Hoy se sabe que en ese pulmón natural de la Angelópolis hay una pirámide con un basamento similar a la de Cholula, pero con una antigüedad de mil 200 años a.c.
De acuerdo con una investigación de la Gerencia del Centro Histórico, el cerro de Amalucan tiene la connotación de ser un Tonacatépetl-Altépetl, donde el culto hacia las montañas y las cuevas posee un misticismo que ha sido observado, desde tiempos remotos, en otros sitios de Mesoamérica.
El cerro de Amalucan esconde misterios y algunos rastros de su antigüedad, entre ellos, la hacienda de San Juan y sus cuevas, las cuales han sido exploradas por algunos poblanos, incluso investigadores.
Qué hay en la cueva del cerro de Amalucan
En el canal de YouTube de Mario Castro se observa que la cueva de Amalucan se ubica cerca del parque que recientemente fue construido. En las imágenes se aprecia que el acceso es estrecho, incluso se llega a perder entre el pasto.
De acuerdo con la grabación, en las paredes de la cueva se filtra agua y prevalece la humedad. Las dimensiones de la cueva son medianas, aunque existe un área poco explorada, ya que en una piedra se lee la leyenda 'no pasar'.
También se aprecia que en la cueva algunas personas han realizado graffiti debido a que carece la vigilancia en la zona.
Las personas que ingresaron a la cueva explican que conforme se adentran a la cueva, la respiración se dificulta, por lo que es importante que las personas eviten ingresar a este lugar.
Qué pasó con la pirámide de Amalucan
Durante los trabajos de rehabilitación del cerro de Amalucan, entre 2017 y 2018, fue hallado el basamento de una pirámide, que de acuerdo con el INAH podría tener las dimensiones de la que se ubica en Cholula.
No obstante, para poder conocer la estructura se debe emplear un tiempo de entre 10 y 15 años para retirar parcialmente, el pasto que la cubre. Hasta el momento no han determinado a qué cultura pertenece.
GO