A un día de que se celebre la tradicional tamaliza por el día de la Candelaria, algunos se preparan para romper la dieta de inicio de año y saciar el colmillo sin remordimiento.
Por el amor a la cocina mexicana y las ganas de emprender, hace un año nació “Atole con el Dedo”, comandado por Aussie García de Alba y sus 3 hijos, Ricardo, Diego y Maximiliano. Esta familia no dejó que la carencia de trabajo afectara la economía familiar, por lo que decidieron utilizar sus habilidades y emprender.
Este martes 1 de febrero cumplen un año con el negocio de tamales. “Hoy cumplimos un año de estar establecidos y la satisfacción ha sido muy grande”, aseguró Aussie, quien funge el rol de gerente.
Pese a la infinidad de puestos y negocios dedicados a la vendimia de este platillo típico en la ciudad, la familia no dudó en darle un giro al tamal y convertirlo en gourmet con más de 20 sabores exóticos, entre ellos, tamal de lengua, estilo sonorense, zarzamora con queso crema y el colorido unicornio.
La gerente de “Atole con el Dedo” afirmó que su tamal estrella es el de lengua. También ofrecen tamales de acelgas con queso, de zarzamora con filadelfia “que es un tamal delicioso” y el unicornio que, asegura Aussie, es el que los lanzó al estrellato, “es un tamal muy rico, son cinco diferentes sabores en un solo tamal, mora azul, piña, fresa, y manzana verde”, explicó.
Emprender este negocio familiar ha sido una oportunidad de descubrimiento, “no sabíamos que podíamos hacer tantas cosas con el tamal”, dijo Aussie. Ricardo, Diego y Maximiliano se encargan de que el negocio prospere, desde conseguir la materia prima de los tamales hasta la venta y atención al cliente.
De acuerdo con Maximiliano, “la masa es lo más importante de un tamal, si la masa está buena el guiso es lo de menos”. Su producción consta de 120 tamales al día.
De acuerdo al INAH, detrás de la “tamaliza” repartida el 2 febrero por quienes tuvieron la buena o mala suerte, de encontrar al “niño” en la rosca, pervive una “acción de gracias” que se remonta a los tiempos bíblicos, cuando los primogénitos de los hebreos salvaron sus vidas del Ángel Exterminador, contrario de los hijos mayores descendientes de los egipcios.
Cada 2 de febrero en México, las personas acostumbran reunirse para comer tamales.
MEN