El bacalao conserva su lugar en la mesa, durante la cena de Navidad, pese al aumento de precio en Puebla

Frente al alza de precios, el bacalao resiste en la mesa navideña. Conoce por qué este alimneto de importación se ha convertido en un indispensable para varias familias.

Comerciante exhibe bacalao en el mercado poblano de La Acocota / Melanie Torres
Puebla. /

A pocos días de las celebraciones tradicionales, el bacalao vuelve a ser protagonista en los mercados locales, aun cuando su precio representa una inversión considerable para las familias. Actualmente, el kilo de este producto puede encontrarse entre 400 y 500 pesos, dependiendo de la calidad y el punto de venta.

Comerciantes señalan que, aunque el costo ha registrado variaciones en comparación con otros años, la demanda se mantiene estable.

 “No es un producto barato, pero la gente ya lo contempla como una inversión para una comida especial”, comentó un comerciante del mercado La Acocota,  quien asegura que el bacalao sigue siendo uno de los ingredientes más solicitados de la temporada.

Gasto total para preparar bacalao en Puebla puede alcanzar los 1500 pesos

De acuerdo con Carmen, quien acudió a una tienda de abarrotes para adquirir el producto, el gasto total puede oscilar entre mil y mil 500 pesos, ya que a este platillo se suman ingredientes que también representan un costo adicional.

Explicó que se requiere aceite de oliva, esencial para la receta, así como jitomate, cebolla, ajo, aceitunas, alcaparras y chiles, lo que puede elevar considerablemente el precio final del guiso.

Para muchos consumidores, el gasto se justifica por la tradición y el valor cultural del platillo. A pesar del impacto en el bolsillo, las familias continúan preparando recetas clásicas, transmitidas de generación en generación, reafirmando que el bacalao no solo es un alimento, sino parte de la identidad culinaria.

La tradición culinaria como factor de resistencia

El bacalao ha logrado mantener su posición en la mesa festiva gracias a su arraigo cultural. Para numerosas familias, su preparación es un ritual que une generaciones y refuerza la identidad colectiva. Aunque el precio por kilo puede resultar elevado en comparación con otras proteínas, su presencia en celebraciones como la Cuaresma, Semana Santa o Navidad es casi insustituible.

Este vínculo emocional y simbólico amortigua el efecto de las fluctuaciones económicas y explica por qué muchos consumidores priorizan su compra, incluso en contextos de ajuste presupuestario.

Los comerciantes coinciden en que, más allá de ser un simple ingrediente, el bacalao representa un símbolo de continuidad familiar.

“La gente viene año con año, buscando la misma calidad, porque es parte de lo que hace especiales estas fechas”, explica un vendedor con más de dos décadas de experiencia en el mercado.

Esta lealtad del consumidor ha permitido que, pese a los incrementos en los costos de importación, logística y almacenamiento, la demanda se sostenga.

El impacto económico en el bolsillo del consumidor

Sin embargo, el costo adicional de los ingredientes complementarios no debe subestimarse. El aceite de oliva, las alcaparras, las aceitunas y otros aderezos incrementan la inversión final, llevando el gasto total a rangos que pueden superar los mil 500 pesos por familia.

Esto ha llevado a algunos consumidores a ajustar cantidades, buscar ofertas puntuales o, en algunos casos, compartir gastos con parientes cercanos para hacer frente al desembolso.

Analistas del sector alimentario señalan que, aunque el bacalao enfrenta la competencia de opciones más económicas, como pescados frescos locales o guisos vegetarianos, su estatus simbólico lo protege de una caída drástica en las ventas. No obstante, reconocen que en hogares con mayor vulnerabilidad económica su consumo podría verse reducido o sustituido parcialmente.

A largo plazo, la preservación de esta tradición dependerá de la capacidad de las familias para absorber los costos crecientes, así como de la habilidad de los comerciantes para mantener un equilibrio entre precio y acceso.

En definitiva, el bacalao sigue siendo un protagonista indiscutible de la cocina festiva, desafiando la lógica puramente económica, mientras las generaciones sigan transmitiendo las recetas y los significados asociados a este platillo, su lugar en la mesa, aunque sea ocasional, parece estar asegurado, sin importar las cifras que marque la báscula o el ticket de compra.

ERV


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  • Nancy Camacho
  • Egresada de la Licenciatura en Televisión en AS Media, Centro de Formación Profesional. Periodista desde 2019 con experiencia en temas de ciudadanía en Puebla, temas de género y Derechos Humanos. Cada historia merece ser contada.
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