El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador creó en junio de 2019 el Banco del Bienestar con la principal consigna de que la institución bancaria fuera la única dispersora de los diferentes programas sociales también impulsados por su gobierno, como la pensión no contributiva de adultos mayores que entrega la Secretaría del Bienestar.
Sin embargo, a lo largo de más de cuatro años, la entidad bancaria que sustituyó al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), ha presentado múltiples dificultades para afrontar la demanda y operar de manera satisfactoria para sus clientes.
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En Nuevo León, el Banco del Bienestar ha sido objeto de cuestionamientos debido a que cada dos meses se presentan enormes filas de personas afuera de sus diferentes sucursales, la gran mayoría de ellas, adultos mayores beneficiarios de la pensión de 65 y 68 y más.
Ya sea bajo el golpe de altas temperaturas o en medio de un frío gélido e incesante, los adultos mayores, al menos en la entidad, han tenido que soportar horas parados y formados esperando poder cobrar su pensión en las sucursales que presentan diversas deficiencias.
Tal es el nivel de descontento por dicha situación que ha perdurado en el tiempo, que en julio de 2023, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió un nuevo exhorto al Banco del Bienestar debido a esta problemática.
“La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió un nuevo exhorto al Banco de Bienestar a fin de que se realicen los ajustes razonables para que las personas que se encuentran haciendo fila,- que son las personas mayores-, que son un grupo de atención prioritaria pues se les otorguen facilidades para salvaguardar su integridad física, lo cual puede agravarse con el problema de las altas temperaturas”, dijo en un mensaje Susana Méndez, en pleno inicio de canícula.
Debido a ello, Telediario realizó un recorrido por las sucursales del Banco del Bienestar en el Área Metropolitana de Monterrey entre los días 8 a 15 de enero, mientras se lleva a cabo la dispersión de la pensión de adultos mayores correspondiente al primer bimestre del año.
En la sucursal de San Pedro, ubicada en la colonia Los Sauces, cerca del casco municipal, no se presentaron mayores problemáticas, ya que había poca afluencia de personas y el cajero automático del lugar funcionaba.
Sin embargo, la sucursal denominada Monterrey I, la cual se encuentra en el cruce de las calles Escobedo y Morelos en el Centro de la capital regiomontana, contaba con una gran afluencia de personas un par de horas antes de que siquiera abriera el banco.
Al cuestionar a los asistentes sobre sus experiencias en dicha sucursal, afirman que cada dos meses que acuden a cobrar su pensión, tienen que esperar dos o tres horas.
En el momento del recorrido, el cajero automático de la sucursal no se encontraba en funcionamiento, así lo hizo saber un servidor de la Nación, quien impedía el paso al mismo antes de que se pudiera corroborar por cuenta propia.
“Ahorita traigo a mi esposa enferma hasta acá, no hay asientos, no hay nada, está muy mal. Nos cobró el carro para traernos 250 pesos, sacar dinero en otros bancos es un problema también”, dijo afligido un adulto mayor en una congelante mañana en el Centro de la Ciudad.
En el municipio de Guadalupe, hay una sola sucursal del Banco del Bienestar, a pesar de ser la segunda localidad más poblada del Área Metropolitana, esta se encuentra a espaldas del Palacio Federal, específicamente sobre la avenida Corregidora casi en su cruce con la avenida Benito Juárez.
Para la dinámica de atención en esta sucursal, los asistentes, en su mayoría adultos mayores, tienen que ingresar primero al estacionamiento del Palacio Federal, donde los forman sentados bajo un toldo, para luego mandarlos en grupos de 20 a 30 personas a través de 150 metros de la avenida Benito Juárez hasta el banco.
En la sucursal bancaria, se pudo apreciar que los pensionados ingresaban de uno en uno, pues únicamente se encontraba operando una de las dos ventanillas con las que cuenta el inmueble.
Tampoco era una opción utilizar el cajero automático, ya que al intentar retirar efectivo, este simplemente emitía un recibo con la leyenda “TRANSACIÓN RECHAZADA”. Al cuestionar a uno de los encargados sobre esto, dijo desconocer si el cajero estaba o no en funcionamiento.
Una pareja de adultos mayores señaló haber viajado en camión desde la colonia Cañada Blanca hasta el Palacio Federal, un recorrido de unos 12 kilómetros y una hora aproximada de camino, para esperar tres horas entre su llegada y el careo en ventanilla.
Ante esta odisea que han practicado por varios años ya, pidieron al Gobierno de México que construyan más sucursales del Banco del Bienestar para que la demanda sea cubierta y se empiecen a reducir las filas de pensionados esperando cobrar sus ingresos.
De igual manera, entre los asistentes se pudo observar a adultos mayores con debilidad visual o con discapacidad motriz, como una mujer que se encontraba acompañada de su hija y de su nieta. Explicó que su nieta “hizo cola” por un par de horas, para que luego ella, tomara el lugar una vez que se encontraba cerca de ingresar al banco.
En la sucursal del Centro de San Nicolás, ubicada sobre la avenida Benito Juárez, el panorama no es menos desconcertante, pues incluso a pocos minutos del cierre del banco, decenas de adultos mayores se encuentran esperando al exterior, en una calle contigua bajo un toldo.
El banco cuenta con un espacio físico muy reducido, no tiene cajero automático y es evidente que la demanda es ampliamente mayor a lo que puede ofrecer el inmueble y su personal.
Dos mujeres mayores admitieron resignadas que “no le saben a los bancos”, por lo que prefieren pasar su mañana y parte de la tarde esperando cobrar en la ventanilla del lugar. Argumentaron también que aunque podrían pedir ayuda a sus familiares, no se sienten cómodas interrumpiendo las actividades de sus hijos, sobrinos o nietos.
Una segunda sucursal poco concurrida y conocida en San Nicolás, es la ubicada dentro del complejo denominado como “Ciudad Seguridad”, sobre la avenida López Mateos a la altura de la colonia Deportivo Lagranje.
En aquel lugar, se intentó hacer uso del cajero automático, pero nuevamente no se pudo realizar el retiro de efectivo. Al consultar a una de las cajeras sobre el funcionamiento del mismo, confirmó que se encontraba fuera de servicio por tiempo indeterminado.
En el municipio de Apodaca, se encuentra otra muy poco conocida sucursal del Banco del Bienestar, la cual aparentemente no tiene mucha afluencia de personas.
Cabe destacar que la página del Banco del Bienestar no da una ubicación exacta de la sucursal, sin embargo, esta se encuentra a unos 100 metros del cruce de las avenidas Río Orínoco y Río Nilo, en la colonia Misión de Huinalá, y no en la colonia Pueblo Nuevo como señala la dependencia federal.
En dicho sitio, a más de 20 kilómetros del Centro de Monterrey, se pudo usar el cajero automático satisfactoriamente, cobrando el mismo una comisión de 34.80 pesos a tarjetas de otras entidades bancarias.
Por otro lado, la sucursal del Banco del Bienestar que se encuentra en la colonia Vistas del Río en el municipio de Juárez, indicaba con letrero discreto e improvisado, que, en efecto, su cajero automático tampoco funciona.
Este banco sobre la avenida Vista de la Anacua, entre las calles Vista del Jabalí y Vista del Huizache, no presentó una afluencia importante de personas, tanto así, que los servidores de la Nación se encontraban al exterior reunidos “cuchicheando”.
Aunque no se encuentran expuestas en el buscador de sucursales del Banco del Bienestar, hay dos sucursales que materialmente parecen tener todo para operar, sin embargo, se mantienen cerradas.
Una de ellas es la ubicada sobre la calle Profesor Plinio Ordoñez, casi en su cruce con la calle Profesor Juan Guzmán, en la colonia Solidaridad Social o Fomerrey 9.
En el sitio se observan trabajadores de la construcción realizando obras en un predio aledaño, y el banco con un aspecto de abandono.
La fachada de la sucursal se muestra repleta de anuncios hechizos que indican que el cajero automático no se encuentra funcionando, además de otros que sutilmente mandan a los pensionados “a la sucursal más próxima”.
En el interior del banco se encontraba un empleado aparentemente jugando con su celular, al interrumpirlo, se le cuestionó si había una fecha estimada para que la sucursal comenzara a operar, pero desconocía que la hubiera.
De acuerdo a reportes de ciudadanos en redes sociales y otras plataformas digitales, dicha sucursal tiene al menos más de un año completamente terminada, pero sin operar.
Sobre la incorporación de avenida Constitución hacia la avenida Cristobal Colón, justo a un lado de la delegación regional de la Secretaría del Bienestar del Gobierno de México, se encuentra una sucursal del Banco del Bienestar que al menos a simple vista, está terminada, pues cuenta con cajero automático, ventanillas y un cubículo con computadora para un funcionario del banco.
Pese a esto, a través de los cristales de la fachada se puede ver un anuncio de “CERRADO” y diversos pliegos de cartón, como se si hubiera estado desempacando o abriendo algunos materiales para la sucursal.
Finalmente, una décima sucursal del Banco del Bienestar en el Área Metropolitana de Monterrey es la ubicada sobre la avenida Gonzalitos, a la altura de la colonia Urdiales y a unos metros de la avenida Paseo de los Leones, en la capital de Nuevo León.
Denominada como Monterrey II, la sucursal se encuentra al interior de las oficinas de Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), por lo que no es identificable a plena vista sobre la vialidad.
Tanto internautas como asistentes al lugar recalcan que la sucursal no es bien señalada en la página del Banco del Bienestar, por lo que es fácil confundirse o desistir en la búsqueda.
La fila para entrar se forma sin mucha dificultad por la mañana, aunque tampoco es un lugar concurrido dada la poca difusión de su ubicación.
En dicha sucursal y la del Centro de Monterrey, se intentó abrir una cuenta de ahorro, sin embargo, los funcionarios de ambos sitios mencionaron que durante enero sólo atenderían el cobro de las pensiones de adultos mayores, lo que exhibe que la operatividad del banco se encuentra rebasada.
Cifras de la Secretaría del Bienestar detallan que hay más de 600 mil personas beneficiarias de alguno de los programas sociales del Gobierno de México en los 12 municipios más densamente poblados de Nuevo León.
Estos números incluyen personas inscritas en el padrón de Jóvenes Construyendo el Futuro, las becas Benito Juárez de educación básica y educación media superior, y por supuesto, la pensión de adultos mayores, todos ellos también, clientes del Banco del Bienestar.
Para este 2024, el Gobierno de México dispondrá de 465 mil 49 millones de pesos sólo para el pago de pensiones a adultos mayores de 65 años, lo que representa un incremento de 30.8 por ciento, según el Presupuesto de Egresos de la Federación.
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