“La pandemia solo llegó a revelar la crisis de aprendizaje que ya se vivía” así lo señaló Truman Packard líder de programa de Desarrollo Humano para México del Banco Mundial de Desarrollo, quien reconoció la labor de la Secretaria de Educación del Estado de Guanajuato con quien trabajó de la mano para llevar a cabo la prueba diagnóstica de Recuperación de Información para Medición de los aprendizajes “RIMA”.
“Esta crisis en el aprendizaje y la pobreza de la educación ha sido un gran reto inclusive desde antes de la pandemia, yo felicito a los gobiernos que están utilizando esta herramienta de evaluación de aprendizajes, una herramienta clave en la política pública para saber qué es lo que necesita cada alumno y qué atención especial requieren para evitar el rezago y para que sepan que vale la pena seguir estudiando”, señaló Truman Packard.
Cabe destacar que en Latino América solo los países de Brasil y Chile cuentan con un estudio similar, Guanajuato es el primer estado de toda la república mexicana en aplicar esta metodología, que se espera ayude a combatir con mayor celeridad el rezago educativo.
“Hemos visto que cuando se aplica la evaluación de aprendizajes, la respuesta es de mejor de calidad, países líderes en la región aplican estas herramientas para mejorar la calidad de la educación”, agregó.
La prueba de Recuperación de Información para Medición de los aprendizajes fue aplicada en Guanajuato a 600 mil alumnas y alumnos de 4to grado a 6to de primaria y de 1ero a 3ero de secundaria arrojando un ligero retroceso en las habilidades de lecto escritura y matemáticas.
El rezago educativo fue mucho menor que el pronosticado por la Secretaría de Educación del Estado, aseguró su titular Jorge Hernández.
“Nosotros esperábamos una cantidad mayor de perdida en los aprendizajes, el día de hoy en términos generales sabemos que perdimos en español en promedio un punto y en matemáticas tres, no venimos de una situación presumible cómo estado, eso hay que decirlo, sin embargo, al hacer las mediciones esperábamos que fuera una pérdida mucho mayor”, dijo.
Ejemplo de ello es que, en la materia de español, actualmente solo cinco de cada diez alumnos identifican el significado de las moralejas, uso de signos de puntuación o las relaciones de causa y efecto al leer un texto, mientras que en matemáticas solo 2 de cada 10 son capaces de ordenar grupos de fracciones con distinto denominador o de calcular el perímetro de figuras.
La prueba también logró detectar que, en el nivel de segundo de secundaria, incrementó el número de estudiantes que requerían apoyo para sus actividades escolares, pasando de 14.8 a 16.1 por ciento en la materia de español, mientras que en el caso de las matemáticas esta cifra se disminuyó pasando del 17.5 al 11 por ciento.
Así mismo identificó que el hábito de la lectura fue de gran beneficio para los estudiantes que la realizaban como pasatiempo o por hábito para obtener información, pues presentaron mucho mejores resultados en español y en matemáticas que aquellos que no leían con frecuencia
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