'Bardo' se hizo desde las heridas: Iñárritu

El director habló sobre el estreno de su película y todo lo que lo motivó a escribirla

Alejandro González Iñárritu con Azucena Uresti / Especial
Ciudad de México /

A una semana del estreno de la esperada película Bardo, Falsa crónica de unas cuantas verdades, Alejandro González Iñarritú platicó con Azucena Uresti sobre la producción de este largometraje personal. 

El director mexicano comentó que en esta película, plasmó gran parte de su propia historia, sus sueños y emociones. 

AU: En esta película sentí de todo. Aún estoy muy impactada porque pienso en la película y se encuentran muchos sentimientos; sentí frustración, a quienes la vimos, nos hiciste preguntarnos sobre si algunas decisiones en nuestra vida han sido correctas. Todos hemos vivido el duelo, la pérdida, la lejanía de la familia. Hay una tristeza bella, es lo que yo sentí.

AGI: “Absolutamente. La belleza solamente tiene su origen en las heridas. Las heridas son las grandes maestras, las cosas que nos enseñan, esta película la hice desde ahí. yo la llamo 'comedia nostálgica'. Hay mucho humor, hay risa, quise ver todas las cosas desde la luz. Esta película, en lugar de ser un buceo profundo en aguas negras, es un paseo por la superficie con snorkel en donde puedes ver desde la luz las profundidades, pero con todos sus matices, los grises y las profundidades. Creo que lo construí de esa manera porque, a mí edad, me doy cuenta que se vale también liberarte o reírte de lo que en un momento dado fue doloroso. Ese es el aprendizaje". 
Alejandro González Iñárritu / Especial

AU: Una pregunta que me hacía cuando la estaba viendo es ¿cuánto te costó, emocionalmente, hacer esta película? Porque es una confesión, una confesión de tu mente.


AGI: "Mucho. Es una película que me requirió una profunda introspección. Termina siendo una íntima, muy íntima, autoficción, en donde es una crónica, no hay nada verdadero. Es una especie de radiografía de una cantidad de emociones, sentimientos, reflexiones, miedos, sueños, culpas, imaginación, lo que somos, de lo que estamos construidos los seres humanos, nuestra existencia es mucho más contradictoria; vamos de lo sublime a lo ridículo, de lo profundo a lo absurdo y todo el pasado que nos construye, cómo vamos hilvanando nuestras narrativas, nuestros eventos.
 Por eso escogí la crónica como un género que permite apuntes personales, apuntes políticos, apuntes de sueños. Sí hay una especie de guacamole, un mural, un pastiche, un collage de ideas, en donde no hay una estructura narrativa como en otras películas que he hecho. Aquí el centro de gravedad es emocional, sí creo que me requirió eso, en donde comparto cosas muy íntimas, tratando de recuperar memorias personales, pero también la memoria colectiva de nuestro país, de eventos enormes que han definido quiénes somos como mexicanos.

AU: Vemos de todo; los Niños Héroes, el Bosque de Chapultepec, Hernán Cortés. Y luego, llegamos a esa escena tan estremecedora, esa escena del Zócalo y también del Centro Histórico, en donde hablas de los desaparecidos, de la militarización en el país, de los desaparecidos que no están vivos, ni muertos, una tragedia con la que ha cargado este país y que va dejando huellas muy profundas. También es una película política.

AGI: Toda película es política. Habla de los poderes y que, además, no es particularmente de esta época, es desde que yo soy niño. Sucedió lo del 68 en mi niñez y ha venido desarrollándose y manifestándose de diferentes maneras. Son fenómenos que son permanentes y simplemente se manifiestan de diferentes formas, pero están patentes desde que nací y que no han evolucionado, no han mejorado. A veces un poco mejor, a veces un poco peor, pero seguimos con esta sensación de incertidumbre, que es la que el personaje vive todo el tiempo.
Alejandro González Imárritu / AP

AU: ¿Qué sentiste cuando las viste finalmente?


AGI: Estuve editando casi un año la película, entonces, sí estás muy cerca y vas poniendo los pedacitos juntos y cuando acabas de separarte sigue estando muy cerca, es muy poca objetiva la posibilidad de verla como tú la ves, por ejemplo, porque cada una de las escenas me recuerdan millones de momentos de cuando la hicimos y cosas así.
 El momento de la escritura fue el más hermoso porque ahí yo tenía, y me exigía la ficción, aunque sea ficción y aunque esa persona no sea yo, sí sé de lo que está hablando esa persona; sí sé lo que siente y durante ese proceso, que sí es muy introspectivo. 


De alguna forma yo no estaba tratando de encontrar la verdad de los hechos, como dice el personaje, la memoria carece de verdad, solamente posee convicción emocional. Estaba buscando la verdad de esa emoción y luego cómo juntar toda este mosaico y cómo hilvanar porque la película está construida de una materia muy elusiva. 
Cuando me preguntas “¿de qué trata?”, pues no puedo explicarla, porque ¿de qué se trata el sueño? no lo sé, pero puedo describir cosas. Esta película es un sueño; la filmé en 65mm, el diseño de audio nos tomó ocho meses y quiero invitar a la gente al cine, la estrenamos la semana que entra, porque sí creo que es una experiencia inmersiva, te tienes que echar un clavado a lo sensorial y vivirla como una experiencia cinematográfica.

AU: Hay que verla en el cine, en la pantalla más grande que se pueda, porque efectivamente, el audio es envolvente, telleva a la película. Las imágenes son extraordinarias, la forma en cómo plasmaste la realidad es muy impactante. Cada quien se identifica con algo de la película, algo distinto. Eso es mágico. Alguien con la familia, con el duelo, con la pérdida, con el éxito, con la migración, con la violencia.  Eso es magia.

Crédito: EFE


AGI: Más que magia, desde mi perspectiva personal, hablo de temas universales que como mexicanos, como seres humanos, no importa si eres migrante o no, sí hay un sentimiento de conexión porque habla de eso; de la paternidad, de la adolescencia, de la pérdida de los padres.


Sí hay temas que a todos nos conectan y creo que entre más íntima y personal sea una película, más universal se convierte, porque es desde la intimidad y la honestidad de alguien. Cuando platicas con un amigo que es honesto, esos sentimientos te pertenecen a ti también.

AU: No viviste todo lo que aparece, pero sabes lo que se siente en ciertas situaciones. ¿Crees que un artista necesariamente tiene que ser un artista atormentado, que ha sufrido, que la ha pasado mal, para poder empatizar?

AGI: No. Esta película tiene mucho sentido del humor, me libera muchísimas cosas. Creo que es importante aprender del dolor, hay cosas que en algún momento dado fueron dolorosas. Nuestra vida navega entre el dolor, la alegría y el gozo. 
Es muy liberador poderse reír del dolor de uno, de verlo con cierta perspectiva, liberarse y dejar ir eso de esa manera. Silverio Gama, interpretado magistralmente por Daniel Giménez Cacho, no es tortuoso, no reacciona ante las cosas. Para mí, él está viviendo en un sueño que es observando las cosas, las circunstancias y las penas llegan, pero es la manera en que o reaccionamos o respondemos a ellas y esa es la diferencia de ser tortuoso o no.

Protagonizada por Daniel Giménez CachoBardo, Falsa crónica de unas cuantas verdades, explora la vida de un periodista que regresa a su país para encontrar en su pasado una respuesta verdadera a sus paradigmas del presente. La cinta se estrenará en cines el próximo 27 de octubre, para después formar parte de la parrilla de contenido de Netflix.


COG 


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