Analco es considerado el barrio con más antigüedad de Guadalajara, avenidas y callejones en donde se pueda apreciar parte de la historia de Jalisco, ya que cuenta con edificios que poseen un gran valor cultural, como es el Templo de San Sebastián de Analco, una de las primeras iglesias que se construyeron en la región.
En cada recoveco se puede observar la tradición tapatía, ya que Analco es uno de los tres asentamientos fundacionales de Guadalajara, después de su última fundación en el Valle de Atemajac.
Un poco de historia del Barrio de Analco
Proveniente del vocablo náhuatl, Analco quiere decir “al otro lado del río”, asentado, como su toponimia lo señalaba, a un costado del entonces río San Juan de Dios, que ahora es la actual avenida de la Calzada de Independencia.
Al otro costado del río se establecieron los mexicas, traídos por los españoles para ayudar en la conquista de esta área, en el barrio llamado Mexicaltzingo. En 1821, Analco se incorpora como un barrio más de la capital.
Después de que su paisaje cambió desde su creación, en Analco todavía se puede observar la bella arquitectura, compartiendo espacio junto con El patio de los Ángeles, a un lado; su quiosco al centro del jardín, monumentos de bronce a Cuauhtémoc y Tenamaztli, y su última adquisición; el monumento a las víctimas de las explosiones de Guadalajara de 1992.
¿Qué hacer en el Barrio de Analco?
El Barrio de Analco cuenta con mecánicos, torneros, orfebres, zapateros, carpinteros y constructores de calandrias. Existe un taller de labrado en fragua que tiene alrededor de 80 años de antigüedad, y que dirige José Antonio Sandoval. Así como también hay panaderías de gran tradición como la de Don Chavba, que en cuaresma produce empanadas.
Entre otros negocios, Analco también cuenta con una paletería con más de 60 años de tradición, la cual anteriormente se llamaba Helados Guelo, y ahora John Rambo.
AA