El ensayista Alejandro Basave Alanís, presenta su tercer libro SI13NCIO (2021) donde a través de 13 crónicas reflexiona sobre lo cotidiano, invita a través de historias frescas y con humor a escapar de la rapidez para adentrarnos a la contemplación y valorar la importancia de la cotidianidad.
El joven nos expone cómo fue este acercamiento de contar pequeñas historias de lo que observa y el cómo vive la cotidianidad en un mundo donde la rapidez parece ser quien dicta el ritmo de la vida de los humanos.
¿Qué te inspiró para realizar este libro?
Este es mi tercer libro. El primero, “El pagaré electrónico”, el segundo, “Mil13nnial y ahora este “SI13NCIO”, el cual es una especie de retrato de mi cotidianidad. Lo que me inspiró y todo el proyecto nació cuando tenía unos 13 años, mi papá me acercó una columna de Germán Dehesa. Me dijo que me iba a gustar.
La leí, me fascinó, pero lo que más me llamó la atención fue lo complicado de narrar una anécdota, una crónica de lo diario y envolver al lector. Así que lo vi como un reto y ahora lo tomé y este es el resultado.
¿Por qué el título?
Juega un poco con el 13 debido a que son 13 relatos y vienen también varios aforismos que están divididos en 13 partes. Lo de SI13ENCIO, va un poco ligado a estos tiempos polarizantes, es decir, una contradicción en la que vivimos. Por ejemplo, como el aforismo que viene en el libro: “La vida se vuelve más placentera cuando nos damos cuenta de que somos un mar de contradicciones”.
¿Cómo vives lo cotidiano en un mundo donde todo es rápido?
Nuestras vidas son tan interesantes y asombrosas como nos propongamos. Muchas veces lo que falta, es justamente eso, detenerse y contemplar. Vivimos en esta era de vivir rápido, de no poner atención, y una no contemplación del día-día, Por ello, creo que este es un esfuerzo por tratar de replantear la importancia de la cotidianidad y la misma contemplación.
“Hay partes que son cien por ciento humorísticas y hay partes que son más serias, jugo un poco con eso, de igual manera, que de los aforismos”.
Y a la vez, es una mezcla entre ver con humor la cotidianidad y también plantear algunos aspectos más filosóficas sobre nuestra existencia.
Lo que le sumó a mi forma de vida, el poner la lupa al menor suceso y tratar de ver eso como una oportunidad.
¿Cómo te sentiste con este libro y tu acercamiento a los relatos?
No fue algo tan nuevo, porque tenía una columna donde trataba esos temas y ahí recibía buena retroalimentación, tenía buenos lectores, aunque no era muy leída; e incluso en Twitter me escribían por mensaje directo preguntándome si escribía sobre la paternidad, y ese fue como el primer acercamiento. De hecho, en el libro, hay un tema que flota en diferentes páginas y justamente es el de paternidad.
Sobre todo, en esta etapa en que estoy donde tengo tres niñas pequeñas se ha convertido como el centro. La paternidad gira alrededor de todo lo que hago.
¿Qué te enseñó este libro?
Me enseñó (a través de relatos) esa forma de comunicar toca fibras sensibles muchas veces de los lectores y eso nos acerca. Además, eso genera identificación, semejanza, espejo.
De los tres libros escritos, este es el que me dejó cercanía con las personas. Abrió ventana para comunicar, compartir anécdotas, y eso es muy positivo.
¿Qué viene? ¿Un cuento, o una novela?
No todavía, no. En este momento estoy escribiendo un libro que habla de la paternidad, será el cuarto libro y planeo que salga en el 2023. “Creo que el siguiente proyecto, es seguir más en esa línea que ya no sean relatos dispersos, sino que haya un hilo conductor que sea la paternidad de ellos y de cierta forma que la división vaya conforme las etapas vividas y enfrentando la paternidad”.
¿Vas haciendo camino, para animarte y hacer una novela?
Me encantaría, pero eso más adelante. “Que pasa más tiempo, allí sí son un poco más tímido, como es algo que no he escrito, pero, quizá pronto pueda escribirla”.
¿Cómo te reencuentras con el escritor, tienes un hábito o rutina para crear el momento?
El proceso creativo para mi es hacer anotaciones, aunque no ando con una libretita, sino en mi celular hago anotaciones y continuamente estoy vaciando las cosas que me van pasando, reflexiono. Escribo las ideas generales para que no se me vayan a ir, y cuando me siento para pasarlas en limpio ahí es donde hago un poco de introspección y contemplación.
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