La Basílica de Guadalupe recibe cada año a más de 10 millones de fieles que buscan adorar a la figura de la Virgen de Guadalupe, sin embargo, no todos son admiradores de la figura, el 14 de noviembre de 1921, un hombre intentó dinamitar la imagen de la Virgen.
El atentado contra la imagen de la Virgen de Guadalupe fue hace 102 años, aunque la historia sigue siendo compartida por muchos, pues hay quienes aseguran que las condiciones en las que se encontró la figura tras el intento de atentado son un milagro.
¿Qué pasó con la imagen de la Virgen de Guadalupe en la Basílica?
Eran alrededor de las 10:30 horas cuando la bomba de dinamita explotó al interior de la Basílica de Guadalupe. El estallido dañó las gradas del altar y los candelabros de latón, no obstante, no todos los objetos que se encontraban en el presbiterio se vieron dañados.
Un crucifijo hecho de hierro y bronce, de alrededor de 34 kilos, que se encontraba debajo de la imagen de la Virgen se había hecho un arco al recibir la denotación. Dicho artefacto recibió el nombre del Cristo del Atentado y actualmente se encuentra exhibido para su veneración.
Para sorpresa de muchos, la imagen de la Virgen de Guadalupe no recibió ningún tipo de daño, ni siquiera el cristal que la protegía se rompió.
Tras la explosión, el cuadro de la Virgen fue escondido por el ingeniero Luis Felipe Murguía Terroba en un ropero de doble fondo, en su casa, que se ubicaba en la calle de República de El Salvador, en el Centro Histórico de la ciudad.
¿Por qué colocaron una bomba en la Basílica de Guadalupe?
Este evento es considerado por muchos como un antecesor de la Guerra Cristera, la cual estalló en 1926 y terminó en 1929 y se llevó a cabo por el presidente Plutarco Elías Calles, sin embargo, desde tiempos anteriores al inicio del conflicto ya se comenzaban a ver enfrentamientos entre el gobierno y la iglesia.
En 1921 Álvaro Obregón gobernaba México y, aunque no ejerció ninguna acción política contra la iglesia, sí permitía acciones aparentemente ajenas al gobierno en contra de los católicos. Debido a esto, cuando los feligreses atraparon al autor material del atentando contra la Virgen, le atribuyeron la autoría intelectual al presidente mexicano.
Los rumores de que el atentado fue obra del presidente mexicano nacen de los periódicos de la época, que habían reportado que el mismo Álvaro Obregón habría llamado a las autoridades civiles y religiosas de Tepeyac para evitar que lincharan al responsable de la explosión.
¿Quién colocó la bomba en la Basílica de Guadalupe?
El responsable de poner una bomba escondida en flores en la Basílica de Guadalupe fue Luciano Pérez Carpio, quien era un ferrocarrilero de la época. La comunidad indignada lo apodaría como el Dinamitero.
El padre Díaz de León atestiguaba en un acta notarial, realizada días después del atentado, que un hombre “de pelo azafranado” había intentado entrar a la Basílica, pero que las rejas se lo impidieron, aunque su presencia no le llamó la atención en un principio, ya que era normal que la gente intentara entrar.
Los periódicos de la época entrevistaron a testigos, quienes aseguraron que el hombre tenía “semblante descompuesto” y que intentó salir rápidamente luego de la explosión, sin embargo, la gente no se lo permitió y fue capturado por las autoridades, quienes lo describieron como “densamente pálido y excitado”.
RGM