En este Día del Amor y de la Amistad, parejas de valientes dieron el “sí aceptó” en las alturas, al “contraer matrimonio” en la Torre Latinoamericana en la Ciudad de México.
Al estilo de la película de 1978, Grease o en México, conocida como Vaselina, las parejas contrajeron nupcias de mentiritas para tener un bonito recuerdo.
Esta celebración tan peculiar es organizada por los trabajadores del lugar, quienes buscan que los enamorados tengan un espacio único para su boda.
Para quienes no iban preparados, en el lugar les prestaban todos los artículos para el festejo. Para las novias había velos, ramos, vestidos estilo vintage, y a los novios les prestaban sombreros, corbatín y moño, así como también lentes de corazón.
Una vez con la vestimenta y con música de fondo de Rock & Roll, las parejas podían pasar a casarse; los novios leían sus votos frente a su oficiante de matrimonio, para después colocarse sus argollas.
“Si, acepto”: dijo una de las parejas que, con mucho amor, sellaron su matrimonio con un beso.
Empleados del lugar, al terminar la celebración les hacían entrega de su respectivo certificado de matrimonio.
Después de la ceremonia, un fotógrafo les tomó su sesión para así tener de fondo la Ciudad de México, desde donde se percibía el Palacio de Bellas Artes.
Historia de la Torre Latinoamericana
La Torre Latinoamericana es un rascacielos ubicado en la esquina que forman las calles de Francisco I. Madero y Eje central en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Su ubicación céntrica, su altura (181.33 metros, si se incluye la antena, con 44 pisos) y su historia la han convertido en uno de los edificios más emblemáticos de la capital mexicana.
Fue el edificio más alto de la ciudad de México desde su construcción en 1956 hasta 1972, obtuvo el récord del rascacielos más alto del mundo fuera de Estados Unidos y por lo tanto de América Latina.
PGG