Don Chava tiene más de 30 años dedicándose al oficio de bolear zapatos en zona centro, un hombre trabajador y ejemplo de que los años no son impedimento para poder seguir en actividad.
Actualmente, tiene 79 años y es un hombre solo, no tuvo familia, dice vivir en unión libre ocasionalmente, pues ahora él vive solo, ya que por muchos años vivió con sus padres.
Él cuenta que este oficio de bolero lo comenzó gracias a un tío, pues se dedicaba a lo mismo años atrás, lo que fue llamando su atención y un día de la nada decidió ponerse a bolear zapatos como lo hacía su familiar.
Con ayuda e instrucciones de su Tío Arcadio, comenzó dentro de este giro, emocionado e ilusionado de tener una fuente de empleo, cada día salía con su cajón para colocarse en la plaza principal.
“Pues mire, yo al principio comencé trabajando en esto solo dos horas, porque en aquel entonces también me ofrecieron chamba como taxista, a lo cual y acepté y de hecho, venía aquí solo un par de horas, me iba a mi casa a dormir, a bañarme para estar listo a las 6 de la tarde, porque manejaba el sitio, yo era taxista de noche” expresó Don Salvador.
Actualmente, los boleros comienzan apenas a ver el despunte de ganancias en su día a día posterior a los dos años de crisis por la pandemia, en donde dicen, fueron años duros, difíciles, en donde no tenían a veces ni para comer.
“Dos años batallamos mucho, porque aquí completamente cerraron el jardín, comercios y todo se fue para abajo, andábamos nosotros batallando, con una cajita de boleada en las calles, ofreciendo nuestros servicios, salía muy poco dinero y mucho cansancio y andar caminando y cargando el cajón” platicó el bolero Chava.
El último apoyo que tuvieron de la renovación de las casetas donde guardan su material, fue durante el periodo de gobierno de Migue Márquez Márquez, el cual han mantenido y conservado y les ha servido para hacer su trabajo de manera más digna.
Un buen día de trabajo para un bolero en ingresos que perciben son de 800 pesos a más, pero un día flojo y tranquilo, ganan apenas los 180 o 200 pesos por día.
En los tiempos difíciles de pandemia incluso tuvieron que dedicarse a la venta de plástico o cartón, para poder llevar un cinco a sus hogares, pues definitivamente la pandemia fue un golpe inesperado a su economía.
SEMY