La calle de Madero ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México es una de las calles peatonales más conocidas y transitadas por miles de personas. En este corredor se pueden encontrar decenas de tiendas, comercios de comida, museos y muchas cosas más.
A pesar de su popularidad, solo algunos curiosos y observadores saben que en ella se encuentra la cabeza de un león y cuál es la historia detrás de eso. Si aún no sabes la historia de este símbolo, TELEDIARIO te cuenta por qué está ahí.
¿Cuál es la historia de la cabeza de león en la calle de Madero?
La calle de Madero, como muchas otras del centro de la capital mexicana cuenta con anécdotas, leyendas y recordatorios de la historia de
México, así como de las personas que vivieron en aquellas casonas que ahora fungen como comercios.
Uno de los mayores misterios de esta calle es el origen de la cabeza de león que se ubica en la esquina de la calle de Madero y la calle de Motolina. La cabeza está tallada en piedra y fue colocada ahí en el año de 1634 debido a las inundaciones ocasionadas en el año de 1629.
La cabeza de león es un recordatorio de aquella tragedia en que la ciudad de México quedó inhabitable, ya que representa el nivel al que llegó el agua y como por un largo tiempo debido a las fuertes lluvias subieron los niveles de los ríos, causando graves inundaciones.
Inundación de la Ciudad de México en 1629
La Ciudad de México se formó como una civilización sobre el agua de un lago, por lo que a lo largo de la historia ha sufrido de diferentes inundaciones debido a sus bases. Sin embargo, una de las más graves fue la inundación de 1629 donde miles de personas murieron y se sufrieron estragos por años.
La inundación fue consecuencia de las fuertes lluvias ocurridas del 21 al 22 de septiembre de 1629, las cuales causaron el sumergimiento casi por completo de la ciudad, siendo hasta 1634 que el agua comenzó su descenso y permitió la reconstrucción de la ciudad.
Durante este suceso, también se surgió un espacio que nombraron "la isla de los perros", un pequeño pedazo de la plaza central que logró emerger y donde algunos perros se refugiaron tras la elevación del agua, obligándolos a buscar refugio en aquella zona.
TEHV