Hace 50 años los abuelos de Fabiola comenzaron repartiendo canela o pozole a los habitantes y visitantes que se reunían para celebrar la fiesta de los Santos Reyes Magos en Cajititlán.
Tradición que se conserva y juntos a sus padres cada seis de enero en el atrio del templo de los comienzan a regalar comida.
“Es a veces por manda o por simple gusto de ver a la gente reunida, también hay muchos que vienen caminando desde Guadalajara y otros pueblos […] y que mejor que recibirlos con un desayuno, una canelita algo para que puedan llegar y dar gracias, salir, desayunar y estar agusto”, comentó Fabiola.
Oriunda de Cajititlán, a los siete años comenzó a involucrarse y apoyar a su familia.
En casa preparan poco más de 20 kilos de pozole un día antes de la fecha y al día siguiente deben madrugar a las cinco de la mañana para salir rumbo al templo donde permanecen un par de horas.
“Te deja aparte de los recuerdos, desde niña te dejo un sentimiento muy bonito el ver a los niños la gente es más la alegría de ver a todos reunidos esa es la satisfacción de ver a todos felices”, comentó.
Blanca Estela Vargas es otra de las personas que tiene como tradición regalar pozole a los peregrinos que vienen de puros municipios para ser parte de estos festejos.
En su caso comenzó como danzante y al ver a tanta gente que acudía a esta celebración le nació ayudar de una u otra manera, por lo que desde hace 15 años junto con su esposo, sus hermanos y ahora sus hijos dan gracias por todo lo recibido este año ayudando y repartiendo platos de comida.
“¿Quién la apoya? mis vecinos a repartir a preparar las cosas, mi familia que está en Estados Unidos qué son los que te ayudan económicamente y principalmente mi esposo y mi hijo qué son los que aportamos la mayor cantidad de todo esto”, dijo Blanca.
Aunque se desvelan o andan cansados, los hijos de Blanca están comprometidos con seguir esta tradición que ella espera más generaciones de su familia puedan mantenerla una vez que ella ya no puede hacerlo.
El 4 de enero, dos días antes de la celebración del Día de Reyes ponen a remojar el nixtamal para poderlo lavar en el transcurso de la mañana y posteriormente ponerlo a cocer alrededor de la 1 de la mañana.
“Días antes ya estamos con los preparativos ir comprando las cosas y agradabas para dejarlo lo que se tenga que dejar hasta el último”, dijo Blanca.
En las últimas dos ediciones del día de Reyes y debido a la emergencia sanitaria por covid-19, el ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga decidió que este festejo tuviera ciertas restricciones a fin de evitar contagios, por lo que este 2023 espera con gusto que haya mayor número de personas tal y como ocurría en años pasados.
MGB