La administración municipal de Guadalajara está por concluir y la promesa de sustituir todas las calandrias tradicionales jaladas por caballos por modernas versiones eléctricas, aún no se ha cumplido por completo. Aunque se esperaba que para julio de este año todas las calandrias en el Centro Histórico fueran eléctricas, la transición ha enfrentado varios retrasos y aún permanecen muchos caballos en las calles. Actualmente de las 55 calandrias que circulan en el área, solo 16 son eléctricas, mientras que 39 siguen siendo tradicionales.
Juan de Dios, calandriero con 25 años de experiencia, expresó su nostalgia por el inminente cambio, que amenaza con poner fin a una tradición profundamente arraigada en la cultura local. Aunque muchos de sus compañeros ya han aceptado el cambio, él sigue apegado al uso de caballos.
“El caballo tiene más impacto que la eléctrica, en su momento pues sí, tiene sus ratitos la eléctrica, pero en caballo siempre tiene más auge pues, por los niños más que nada, ven los caballos y se quieren subir”, explicó Juan de Dios.
A pesar de la resistencia de algunos calandrieros y la lentitud en la implementación del plan, la transición a calandrias eléctricas es un hecho inminente. El objetivo del proyecto es reducir el sufrimiento animal, mejorar las condiciones de trabajo de los conductores y contribuir al cuidado del medio ambiente. Sin embargo, como señaló Juan de Dios, aún faltan aspectos logísticos importantes.
“Creo que no tienen espacio para guardarlas y no han puesto los conectores que se ocupan para las calandrias. Se ocupa un conector para cargarse y no lo han hecho yo eso es lo que he escuchado”, añadió el calandriero, refiriéndose a la infraestructura necesaria para cargar las calandrias eléctricas.
¿Qué ha comentado el gobierno local al respecto?
El Presidente Municipal Interino de Guadalajara, Francisco Ramírez Salcido, reconoció que efectivamente, existen retrasos en la instalación de los puntos de carga y el lugar adecuado para resguardar las nuevas unidades.
“Ya todos los carruajes ya tienen placas, ahorita nada más lo que nos falta por concretar son temas técnicos del lugar donde van a guardarse, a resguardarse los carros, y ya. Creo que están ahorita esperando que la Comisión Federal (CFE) nos haga favor de habilitar para que tengan los contactos y puedan ahí cargar las calandrias los dueños de los carruajes”, explicó. Ramírez.
El alcalde señaló que su deseo es resolver estos temas esta misma semana, antes de que termine su gestión. Sin embargo, advirtió que si no se completan las instalaciones al cien por ciento, podrían enfrentarse a dificultades logísticas más adelante.
A pesar de estos retos, la modernización de las calandrias parece inevitable. La transformación de este símbolo del Centro Histórico de Guadalajara representa un cambio importante en la convivencia entre tradición y modernidad. Sin embargo, para personas como Juan de Dios, que han dedicado su vida a este oficio, el cambio no deja de generar sentimientos encontrados, entre la nostalgia por el pasado y la incertidumbre sobre el futuro de esta emblemática tradición.
AM