Agua, azúcar y muchos colores dan vida a una de las tradiciones más dulces del día de muertos, se trata de las calaveritas de azúcar, símbolo prehispánico que no solo adorna los altares de la temporada, sino que también nos recuerda nuestro inevitable destino.
Quienes trabajan en “Arte Mexicano El Colibrí”, una dulcería en Puebla, México son expertos en su elaboración y permitieron a MULTIMEDIOS, de la mano de César Quintana, la cuarta generación en este taller familiar conocer uno a uno sus secretos.
- Tendencias
“Yo siento alegría, siento muy bonito porque es una cultura que yo quisiera que prevaleciera muchísimos años”
Estos son los pasos para hacer las calaveritas de azúcar
En un cazo de cobre César Quintana virtió agua y azúcar refinada que pone al fuego durante 20 minutos, hasta obtener una mezcla de color ceniza.
Una vez lista, la mezcla se vacía en moldes de barro que dan forma a la dulce muerte, ahí se deja solidificar entre uno y dos minutos para luego raspar el interior de forma que la calaverita quede completamente hueca
“Si me tardo al sacar lo que es el punto de azúcar sale muchísimo más pesado, se enfría muchísimo más rápido y no te sale, aquí se me secó un poco, pero está bien”, relata César, mientras maniobra con cada una de la calaveritas.
Tras otro par de minutos es momento de retirar los moldes, una tarea que prácticamente requiere precisión quirúrgica.
Y es que “debo tener cuidado porque si no se me puede romper” platica César mientras desmolda una de las calaveras y la pone en la mesa
¿Cómo se decoran las calaveritas de azúcar?
Luego, viene la parte más divertida: el decorado, para ello se requiere azúcar glas, clara de huevo, pintura vegetal de varios colores y limón.
El azúcar glas la clara de huevo y el limón se mezclan para hacer una especie de pasta a la que se le coloca también gotitas de pintura vegetal del color de tu preferencia.
Una vez lista esta pasta que es colocada en una dulla para poco a poco decorar la calaverita.
En este proceso además de la paciencia, la imaginación y un buen pulso, son claves para crear esta dulce tradición, así lo cuenta Cecilia Reyes, madre de César y artesana de calaveritas de azúcar.
“Nosotros los mexicanos somos muy coloridos y como dicen de la muerte nos burlamos, pero hasta la muerte para nosotros debe ser colorida, ¿porque no verla de esa manera?, al final de cuentas nosotros no sabemos que hay más allá y probablemente el más allá sea de muchos muchos colores”
Calaveritas de Azúcar se exportan a Alemania, Francia y EU
La producción de calaveritas de azúcar inicia desde junio y es que por temporada en arte mexicano el colibrí elaboran hasta 20 mil calaveritas de azúcar y de las cuales al menos la mitad, traspasan las fronteras del país.
“Exportamos a Estados Unidos, lo que es Chicago, San Francisco, California, todos allá nos compran, llegan a galerías, tiendas, museos, todos ellos son los que nos piden calaveritas… han llegado a Francia, Alemania, Bélgica”, cuenta Cesar mientras sostiene una de sus creaciones.
Así junto a su madre y su padre, César busca que la dulce tradición de las calaveritas de azúcar no muera con los años e incluso espera que un futuro, tal como él aprendió el oficio familiar, sus hijos extiendan aún más este símbolo de la cultura mexicana.
“No tengo hijos aún, me gustaría tener y que ellos también continúen con esta tradición, que aprendan, más que nada aprender a valorarla”
ERV