El Sistema Integral de Monitoreo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de Nuevo León mostró la mañana del miércoles 11 estaciones con mala calidad del aire.
El Mapa de la Calidad del Aire reveló que las estaciones ubicadas en Cadereyta, Juárez, Pesquería, Apodaca, San Nicolás, San Nicolás Noreste, San Bernabé, Escobedo, García, García Noroeste y Santa Catarina estaban en color naranja al corte de las 11:00 horas, lo que significa mala calidad del aire.
Además de ello, otras tres estaciones se pintaron de verde, es decir, buena calidad del aire, las cuales son Centro y sur de Monterrey y Guadalupe.
De igual manera, solo la estación ubicada en el municipio de San Pedro mostró una calidad del aire regular.
Previamente, en el reporte de las 10:00 horas, la estación de Apodaca se encontraba registrando una muy mala calidad del aire, pintándose en color rojo, pero mejoró ligeramente.
A esa misma hora, la calidad del aire en San Pedro era buena, pero empeoró para ser registrada como regular a las 11:00 horas.
Finalmente, la calidad del aire en la estación San Bernabé, ubicada al norponiente de Monterrey, tenía una calidad regular, pero una hora después se pintó de naranja para unirse a otras 10 estaciones de las 15 que forma la radiografía del Área Metropolitana de Monterrey.
¿Qué consecuencias tiene la mala calidad del aire?
La mala calidad del aire tiene múltiples consecuencias negativas tanto para la salud humana como para el medio ambiente. La contaminación del aire puede provenir de diversas fuentes, como emisiones industriales, automóviles, incendios forestales, y el uso de combustibles fósiles. Aquí están algunas de las principales consecuencias de la mala calidad del aire:
Consecuencias para la salud humana:
Problemas respiratorios: La exposición a contaminantes en el aire, como partículas finas (PM2.5 y PM10), dióxido de nitrógeno (NO₂), ozono (O₃) y dióxido de azufre (SO₂), puede provocar o agravar enfermedades respiratorias como el asma, bronquitis y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Las personas más vulnerables, como niños, ancianos y personas con problemas respiratorios preexistentes, son las más afectadas.
Enfermedades cardiovasculares: La contaminación del aire está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, como infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Las partículas finas pueden ingresar al sistema circulatorio y aumentar la inflamación y la presión arterial.
Cáncer de pulmón: La exposición prolongada a la contaminación del aire, especialmente a partículas finas y productos químicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Enfermedades del sistema nervioso: Existe evidencia de que la exposición crónica a la contaminación del aire puede afectar el cerebro, contribuyendo al deterioro cognitivo y al aumento del riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.
Problemas de desarrollo en niños: Los niños que viven en áreas con mala calidad del aire tienen un mayor riesgo de sufrir problemas en el desarrollo pulmonar, lo que puede tener efectos a largo plazo en su capacidad respiratoria y salud general. Además, algunos estudios sugieren que la exposición a contaminantes podría afectar el desarrollo cognitivo.
Aumento de mortalidad: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mala calidad del aire es una de las principales causas de muerte prematura a nivel global. Se estima que millones de personas mueren cada año debido a enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
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