Después de 18 días de espera, Carlos Benjamín Cuevas regresó a casa con sus seres queridos, pero no de la manera que su familia deseaba, ya que fue hallado sin vida tras ser reportado como desaparecido en el municipio de Zapopan, Jalisco.
Carlos Benjamín es uno de los ocho jóvenes reportados como desaparecidos del 20 al 26 de mayo, quienes trabajaban en dos call center de Zapopan. Sus cuerpos fueron localizados el 31 del mismo mes, al interior de la barranca Mirador Escondido.
Para Alisa Cuevas, madre de Carlos, fue desesperante esperar 18 días a que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses le entregara el cuerpo de su hijo, ya que el 6 de junio confirmaron que el cadáver de Benjamín estaba entre los restos localizados en Mirador Escondido. Sin embargo, el Semefo entregó el cuerpo hasta la noche del 24 de junio.
"A mí, como madre, fue desesperante la espera, agonizante, sin dormir, sin comer, el saber que está ahí, el que yo salga y dejarlo ahí para mí eso era muy doloroso, yo diario le decía: ‘hijo ya voy a venir por ti, ya voy a venir por ti’", expresó Alisa.
La mujer añadió tener el alma hecha añicos, sin embargo, por un lado está tranquila de que Carlos descansará como Dios manda. Aun así, acepta sentirse triste porque el gobierno de Jalisco ha revictimizado a los ocho jóvenes, incluso si aún no hay personas detenidas por la privación de la libertad y asesinato de su hijo, así como la de las otras siete víctimas.
"¿Qué van a hacer con las personas que les hicieron eso?, porque a ustedes se les hizo muy fácil etiquetarlos como delincuentes de una célula de fraudes y eso, cuando no es así, son chavos de familia con carreras, bilingües, algo hay detrás de eso, hay unas cabezas".
Para Alisa, una de las cosas más difíciles desde el 20 de mayo – día en que desapareció Carlos – es el haber vivido en carne propia la insensibilidad de la Fiscalía de Jalisco hacia los familiares de las víctimas, porque a lo largo del proceso no eran informados de los avances antes de publicarlos y sin previa preparación psicológica les mostraron imágenes de los cuerpos segmentados.
"No tienen nada de empatía, son así como muy duros fueron con nosotros" , explayó Alisa.
Pero para esta madre, la Fiscalía del Estado no es la única que debería mejorar sus procesos, sino también el Semefo ya que la entrega del cuerpo fue poco ágil.
"Semefo necesita mucho apoyo del gobierno para que pueda funcionar más rápido, en mi experiencia les falta equipo para ellos mismos agilizar su trabajo, la salida de los familiares".
Ahora sólo queda el recuerdo del joven de 31 años, quien es descrito por su madre como un amor de hijo y amigo.
"Su amor, sus abrazos porque era muy apapachador, su sonrisa porque siempre era muy alegre y muy divertido", agregó la mujer.
Carlos fue velado la noche del sábado y la tarde de éste 25 de junio será enterrado en el Parque Funeral Colonias.
MRG