Los fuertes vientos que se han presentado en las últimas horas "barrieron" la basura que quedó por el uso de pirotecnia durante la noche buena.
En un recorrido por colonias de Monterrey se observaron rastros de cohetes detonados, sin embargo los papeles que generan, se esparcieron por las calles.
Pese a la prohibición de venta de pirotecnia por motivos ambientales, se reportó que en muchas colonias si se utilizó.
¿Cuáles son los riesgos de utilizar pirotecnia?
El uso de pirotecnia conlleva diversos riesgos tanto para las personas como para el medio ambiente. Algunos de estos riesgos incluyen:
Lesiones Personales: La manipulación incorrecta de fuegos artificiales puede resultar en quemaduras graves, lesiones en los ojos, cortes y otras heridas traumáticas. Cada año, muchas personas terminan en hospitales debido a accidentes relacionados con la pirotecnia.
Incendios: Los fuegos artificiales pueden causar incendios si no se utilizan adecuadamente. Un mal funcionamiento o un aterrizaje inapropiado pueden provocar que los fuegos artificiales prendan fuego a la vegetación, edificios o vehículos.
Estrés en animales: Los ruidos fuertes y súbitos de los fuegos artificiales pueden ser extremadamente estresantes para los animales. Esto puede llevar a que se asusten, escapen o incluso sufran problemas de salud como ataques cardíacos.
Contaminación ambiental: La pirotecnia puede liberar sustancias químicas tóxicas y partículas contaminantes al aire y al agua, afectando la calidad del medio ambiente y la salud pública.
Riesgos para niños: Los niños son particularmente vulnerables a los accidentes con fuegos artificiales debido a su falta de experiencia y conocimiento sobre cómo manejarlos correctamente. Esto puede resultar en lesiones graves o incluso fatales.
Inestabilidad y desplazamiento de personas: En algunas áreas, especialmente donde hay conflictos o inestabilidad política, el uso de pirotecnia puede causar pánico, desplazamientos de personas o malentendidos que llevan a situaciones peligrosas.
Problemas respiratorios: La quema de fuegos artificiales puede liberar partículas finas y contaminantes al aire que pueden agravar problemas respiratorios en personas con condiciones preexistentes como asma o enfermedades pulmonares.