El 4 de julio, un motociclista fue embestido por un camión del transporte público en Guadalajara, sobre Av. Circunvalación hacia Federalismo, en dirección al norte, y a pesar de que haber sido un gran impacto, la víctima sobrevivió.
La ruta de la unidad que atropelló al motociclista es la T-15, antes 636-A, y que además arrastró al conductor de la moto por algunos metros hasta que el camión detuvo su marcha cerca de una banqueta.
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Tras el atropello, la motocicleta quedó abajo del camión, y el motociclista quedó a un costado, inconsciente y con un charco de sangre alrededor de su cabeza.
Elementos de la policía vial, así como paramédicos, llegaron al lugar de los hechos para atender al lesionado, el cual presentó golpes en diferentes partes del cuerpo, pero lo que le preocupó al personal de salud era que el hombre, de aparentemente 35 años, tenía una otorragia.
La otorragia ocurre cuando grandes cantidades de sangre salen de los oídos, por lo que los paramédicos mencionaron que el lesionado podría presentar una fractura en el cráneo que provocaría en menos de una hora un desmayo y probablemente la muerte.
A pesar de que las personas que iban pasando y los paramédicos insistieron en explicarle la gravedad de la situación al motociclista atropellado, éste se negó por casi 30 minutos a ser llevado a un hospital, y su motivo era que no confiaba en las autoridades, hasta que llegó su padre, quien lo convenció de ser trasladado en una ambulancia.
Por su parte, el chofer del camión permaneció en el sitio y cooperó con la policía vial, así como con la aseguradora para poder resolver la situación.
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¿Puede haber acciones legales?
En México, si un conductor del transporte público atropella a un motociclista por accidente, la situación será tratada conforme a las leyes de tránsito y responsabilidad civil vigentes en el país. A continuación se detallan algunos puntos relevantes.
• La autoridad competente llevará a cabo una investigación para determinar las circunstancias del accidente, incluyendo factores como la velocidad, condiciones de la vía, y posible negligencia o responsabilidad de cualquiera de las partes involucradas.
• En términos de responsabilidad civil, el conductor del transporte público y la empresa para la cual trabaja podrían ser considerados responsables de los daños y perjuicios causados al motociclista y a terceros afectados. Esto puede incluir compensaciones por gastos médicos, daños materiales y daño moral.
• Dependiendo de la gravedad del accidente y las circunstancias específicas, podrían iniciarse acciones legales tanto civiles como penales. Esto implica que el conductor y posiblemente la empresa podrían enfrentar sanciones administrativas, multas o incluso cargos penales si se determina que hubo negligencia grave o imprudencia temeraria.
• Los conductores de transporte público suelen estar cubiertos por seguros de responsabilidad civil obligatorios que podrían cubrir los costos de compensación a las víctimas del accidente. Sin embargo, la eficacia y cobertura exacta dependerán de la póliza de seguro específica contratada por la empresa y las disposiciones legales aplicables.
AA