La final del fútbol mexicano, o final naranja como la han bautizado, fue la excusa para que los gobernadores de Nuevo León y Jalisco “se repartieran” el trofeo de campeón y la candidatura presidencial.
Al abandonar la casa de Samuel García, ubicada en el municipio de San Pedro, el mandatario jalisciense, Enrique Alfaro, dijo a tono de broma que prefería que Chivas ganara la copa y a cambio, le dejaba la candidatura a la Presidencia a su homólogo de Nuevo León.
¿Qué dijeron ambos gobernadores?
En una breve entrevista minutos antes de partir al estadio, ambos emecistas fijaron su postura.
“Ya nos vamos al estadio, ya le dije a mi gober que a las 10 de la noche lo quiero igual de amigo, que no se vaya a sentir; Ya le dije que yo me quedo con el campeonato”, dijo Samuel García.
“No eso le dije yo, que le cambio la candidatura y yo me quedo con el campeonato”, comentó Enrique Alfaro.
¿Ya apostaron?
En la breve reunión que sostuvieron previo al partido de ida, resaltaron que aún no han pactado alguna apuesta sin embargo detallaron que lo subirían a sus redes sociales.
“No ahorita lo platicamos en el camino es que me pone nervioso aquí con las apuestas el gober”, dijo Enrique Alfaro.
Cerca de las 18:40 horas, ambos mandatarios cada uno portando con playera de fútbol de su equipo preferido, salieron con rumbo al Volcán escoltados de guardias de seguridad.
elmm