¿Sabes lo que hay debajo de la Macroplaza en Monterrey? Un grupo de jóvenes decidió ir a tomar unas fotos de noche, sin embargo, al escuchar ruidos extraños decidieron irse.
A través de TikTok, una usuaria de nombre Zad publicó un video donde explicaba que a sus amigos se les ocurrió tomar algunas fotografías en el lugar, y esto fue lo que escucharon.
Al inicio del clip, se muestra como los jóvenes entran al estacionamiento, hasta que se quedan en una parte del sótano quietos, puesto que escucharon supuestamente “lamentos”.
“Ni se armaron las fotos, desde que entramos escuchamos lamentos, buscamos de donde provenían, nos acercamos al sótano y se escuchó claramente la voz de alguien”, se lee en la publicación.
Al momento de tomar la imagen de donde venían los lamentos, ésta la repitieron tres veces, en donde muchos usuarios aseguraron oír lo mismo.
A su vez, otro usuario comentó que debajo de la Macroplaza esta un centro comercial subterráneo abandonado, el cual se llama “La Gran Plaza”, sin embargo, está olvidado.
Una joven comentó que también hay otro estacionamiento ubicado en el Mercado Juárez, el cual está abandonado, y “horrible, porque muchas personas dicen que van y hacen trabajos de brujería”.
¿Qué hay debajo de la Macroplaza en Monterrey?
De acuerdo con el blog ‘De roll en Monterrey’, las ruinas del centro comercial “La Gran Plaza”, que brilló y dio servicio a un gran número de personas en las décadas de los ochenta y noventa, quedan debajo de la Macroplaza.
El sitio era un lugar colorido y tenía un techo de espejos que cautivaba a los visitantes de aquella época.
Quienes vivieron esa experiencia, tienen grabados ciertos negocios del sitio, como la tienda de magia y bromas, las chispas (lugar de videojuegos) y la dulcería que vendía palomitas en grandes bolsas de celofán, eran los lugares perfectos para pasar las tardes.
En el sitio también había tiendas de ropa, calzado y una joyería, todos los locales exhibían su mercancía en aparadores de cristal. Alrededor del año 1997 la historia del sitio estaba por apagarse, los clientes ya no acudían y preferían las grandes plazas comerciales y climatizadas que se construían por toda la metrópoli, por lo cual de a poco el lugar quedó abandonado.
Hoy en día, pocos recuerdan esas tardes en familia en el sitio o el espectáculo que era el estar bajo los techos y observar cómo caía el agua en la plazoleta los días de lluvia. Actualmente el deterioro se apoderó del lugar, el cual en parte ha sido habilitado para estacionar algunos coches y se encuentra totalmente vacío y los locales desmantelados.
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