Las carnicerías en las colonias pareciera que van rumbo a la extinción pues estos establecimientos han sido impactados por la carestía logrando sobrevivir por la tradición con los clientes.
En un recorrido por colonias del tercer cuadro de la ciudad solamente logramos ubicar cinco carnicerías donde los encargados coincidieron en señalar que los constantes aumentos en el precio de la carne roja y el pollo, ha mermado la clientela pues no pueden competir con los precios y promociones de las grandes cadenas de centros comerciales que compran los cárnicos en grandes cantidades con un precio a granel que les permite ofertar a precios más bajos.
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Roque Martínez, propietario de una carnicería en la colonia Carolina señaló que aunque su negocio es pequeño lo atienden su familia cuidando la limpieza, la calidad del producto y un trato amable a los clientes.
“Nos ha afectado mucho los centros comerciales porque manejan grandes cantidades, pero nosotros con mucho sacrificio y mucha calidad nos sostenemos aunque sea una carnicería chiquita, tratamos de manejar carne que sea de engorda donde checamos grasa y cartílago para gusto de nuestros clientes”, apuntó.
Hizo hincapié que aunque las ventas se mantienen al día, el plus que buscan es ofertar carne de calidad pero la carestía les golpeó severamente aún más que la pandemia.
“La pandemia si afectó un poquito pero no tanto porque la gente no iba a los restaurantes y acudía a comprar carne, pero la alza de precios si nos pegó, hubo un tiempo en que cada tres semanas estaba subiendo el precio pero afortunadamente ya se regularizó”, manifestó.