La Casa Alameda es uno de los lugares más emblemáticos y populares en Saltillo, si eres de esta ciudad probablemente hayas escuchado hablar sobre esta casona que a pesar de los años sigue presente en la memoria de los ciudadanos, y no sólo de los que habitan en la capital coahuilense sino de uno que otro extranjero.
Y es que si nos remontamos a cómo fue que se construyó y el valor que se le ha dado a través de los años nos tenemos que adentrar a finales del siglo XIX, cuando Francisco Ernesto Salas López convirtió este sitio en un chalet de arquitectura francesa ubicado a un costado de la Alameda de Zaragoza, en el cruce de las calles Guillermo Purcell y Miguel Ramos Arizpe, en el Centro Histórico de la capital coahuilense.
Este lugar fue el nido de amor que don Francisco Salas le construyó a su esposa Margarita Loyens, la cual se hizo con muros de ladrillo en color rojo y con una altura de casi 10 metros.
“Francisco Salas se iba a casar con una mujer de origen belga y para que ella no extrañara mucho su país construyó un chalet con estilo francés”, comenta el historiador local, Carlos Recio Dávila.
Uno de los dichos que la gente cuenta es que cuando el ingeniero saltillense Francisco Ernesto terminó la vivienda para su esposa, marcó sus iniciales en algunas ventanas: F.E.S.L.
Le llaman chalet porque a diferencia de las construcciones que fueron del Virreinato y del siglo XIX que eran muy encerradas en sí mismas y formaban una especie de muralla como vemos en las calles de General Cepeda, Allende o Bravo, en pleno Porfiriato empieza a haber este estilo francés donde hay un espacio abierto alrededor, con jardín; hay muchas casas sobre todo alrededor de la Alameda con este estilo.
Una casa única gracias a su arquitectura
La antigua casona de Francisco Salas López era única en su estilo arquitectónico, según lo señala el historiador local Carlos Recio, pues fue una de las primeras casas construidas con ladrillo en la ciudad a finales del siglo XIX.
Y es que como dato curioso el ladrillo empezó a usarse en la ciudad hasta 1880 con las ladrilleras de Damaso y Crescencio Rodríguez en las zonas donde ahora se encuentra el supermercado Soriana Coss; de ahí sacaban el barro para hacer los primeros ladrillos fundidos al horno.
“Es una de las primeras casas que aún subsiste hecha totalmente de ladrillo, porque mucha gente rica lo que hacía es que tenían su vivienda de adobe y para que se viera más moderna la fachada la cubrían de ladrillo. En las calles de Zaragoza, Bravo y Pípila tenían este tipo de detalles”, indica Carlos.
Aunado a eso, era poco común que en la ciudad hubiera chimeneas en cada habitación de las casas, y para mitigar el frío se tenían muros gruesos y casas altas.
Además esta propiedad (Casa Alameda) tiene una característica muy peculiar, ya que cuenta con un ático arriba de la segunda planta, (que tampoco era muy común, pues sólo la gente con cierto estatus económico podía costear una vivienda así).
La Casa Colorada o Roja, como también es conocida, es de dos niveles y tiene un ático, antes contaba con una estructura de madera y lámina con piso de duela, tenía tapices en los muros, estaba inscrita en lo que llaman la Bella Época, con colores claros, adornos neoclásicos en color verde y azul, (el verde era muy usado en la época del Art Déco).
El mobiliario de la casona era estilo Art Déco, que significa arte decorativo en francés, muy popular en los años 20’s.
Saltillo, un pueblo de tlaxcaltecas
Toda la zona comprendida desde la calle Ignacio Allende hasta la calzada Emilio Carranza fue durante más de 300 siglos zona de los tlaxcaltecas, es decir, desde 1591 hasta 1827 y para el año de 1834 éstos empiezan a perder privilegios porque como ellos tenían relación directa con el rey y cuando ya no existió esta figura de autoridad ya no hubo quién les diera protección, por lo que los españoles compraron los terrenos tlaxcaltecas y las personas que tenían un buen nivel socio económico (sobre todo extranjeros) eligieron esa zona para construir sus casas porque era muy fértil y había pozos de agua.
A partir de 1900 empiezan a derribar esas casas, los tlaxcaltecas pierden esas propiedades o algunos las vendieron y es ahí donde surgen los famosos chalet tipo francés.
¿Casa Alameda fue cementerio?
Probablemente hayas escuchado sobre ese rumor que ha pasado por muchas generaciones en donde dicen que antes de que se construyera la Casa Alameda, hace más de 100 años, era un cementerio, y a decir del también docente Carlos Recio, lo anterior es falso.
En 1833 los panteones se encontraban en los atrios de las iglesias y para el pueblo tlaxcalteca se ubicaban en la calle de Victoria y Padre Flores, pero justo en ese año hubo una epidemia del cólera morbus, (deshidratación por diarrea), ocasionada porque la gente no se lavaba las manos, comía algo contaminado, se deshidrataba y moría y debido a esa emergencia sanitaria tuvieron que trasladar esos cementerios a otra parte.
“Lo que ocurre es que decidieron ya no enterrarlos en atrios y en 1833 el panteón de los españoles lo trasladaron por la escuela Coahuila y los tlaxcaltecas hicieron un panteón a lado de la Alameda (del lado de Zaragoza hacia el lago ahí era el panteón), fue provisional pues sólo duró como 30 años”.
“Por tanto, el panteón no estaba ubicado en la Casa Roja y empezaron a enterrar los cuerpos entre la estatua de Zaragoza y el lago, porque en 1875 los saltillenses se empezaron a quejar de que el cementerio se encontraba a lado de la Alameda y eso no les parecía adecuado, entonces se optó por quitarlo de ahí, posteriormente hacen la Alameda nueva o el llamado parque Porfirio Díaz (donde ahora está la biblioteca de la actual Alameda de Zaragoza) y ahí se ubicó el cementerio), agrega Carlos.
¿Con qué otros nombres se le conoce a la Casa Alameda?
Y es que además de llamarle Casa Alameda tuvo diferentes nombres, pues también se le decía la Casa del Gobernador porque habitaba Ignacio Cepeda ahí, quien se suicidó en 1847 o incluso Casa Grande.
En los 90’s se le conocía como Escuela de Música, Casa Roja o Colorada.
Tiempo después Francisco Salas vendió la propiedad a la familia Farías, quien en los primeros meses de 1945 a su vez la vendió a Ignacio Cepeda Dávila y su familia.
¿Quién fue Ignacio Cepeda?
El 24 de noviembre de 1904 nació Ignacio Cepeda Dávila en la Villa de Arteaga, Coahuila, fue hijo del general revolucionario Abraham Cepeda de la Fuente y de doña Refugio Dávila de Cepeda.
Nacho, como así le decían, estudió la educación básica en la Escuela Anexa a la Normal de Coahuila y tenía apenas 11 años cuando asesinaron a su padre, ya que fue acribillado por fuerzas zapatistas en un paraje cercano a Xochimilco, Distrito Federal.
Tuvo 3 hijos: Abraham, Fernando y Jesús, concebidos de su matrimonio con Estela Flores.
Ignacio Cepeda Dávila fue gobernador de Coahuila a partir del 1 de diciembre de 1945, un año antes de que concluyera el gobierno de Manuel Ávila Camacho.
¿Por qué se suicidó Ignacio Cepeda Dávila, exgobernador de Coahuila?
Abraham Cepeda, el padre de Ignacio Cepeda había sido revolucionario con Francisco I. Madero y luego Venustiano Carranza, Ignacio tomó el cargo como mandatario estatal y su mayor ejemplo de trabajo era su padre, según relata Recio Dávila.
Y es que dentro de la política no siempre se piensa igual, hay discrepancias y en esta ocasión no fue la excepción, ya que se comenta que durante su mandato, Cepeda Dávila tuvo fuertes desacuerdos con el nuevo presidente Miguel Alemán Valdés.
El 1 de diciembre de 1946 rindió protesta el licenciado Miguel Alemán como presidente de la República.
El 11 de julio de 1947 salieron a la Ciudad de México el gobernador de Coahuila, Ignacio Cepeda Dávila, su secretario de Gobierno León V. Paredes y el ayudante del Ejecutivo, capitán Luis de la Rosa, para reunirse con el presidente Alemán, pero éste no los recibió ese día que llegaron sino hasta el miércoles 16 de julio, de pie y sólo por un par de minutos.
Las diferencias entre Cepeda y Alemán era muy notoria y la incomodidad aún más debido a las diferentes posturas que ambos tenían en temas de política y economía.
“Se cuenta que el presidente Miguel Alemán le dijo que no le iba a dar nada de dinero para Coahuila, y aparte éste quería que los impuestos de la cerveza que se exportaba a Estados Unidos pasaran a ser de la Federación y no estatales, se dice que tuvieron un enfrentamiento y cuando Ignacio y su gente venía de regreso a Saltillo en el tren estaba muy serio, su asistente dice que tenía una pistola bulldog calibre 32 y al llegar a la capital coahuilense se encerró en su casa le dijo a su esposa que les diera unas gotitas de medicina a sus hijos, todos muy pequeños, se encerró en su habitación y se disparó”, agrega el historiador.
“Yo lo que entiendo es que siendo hijo de un general de la Revolución era una cuestión de honor, el por qué se suicidó lo vio como una deshonra para un general porque cuando lo encuentra su esposa Estela Flores, su cuerpo estaba muy cerca de un retrato de su padre”, puntualiza.
A las 19:30 horas del 23 de julio de 1947, en un sepulcro del Panteón de Santiago, quedó el cuerpo inerte de Ignacio Cepeda Dávila, junto a los restos de su padre, el general Abraham Cepeda.
Sus 3 hijos heredaron el terreno de la Casa Grande, pero tiempo después la familia decidió mudarse a la calle de Miguel Hidalgo.
Pasado el tiempo, este chalet estilo francés, fue también sede de diversas instituciones educativas como la Escuela Superior de Música de la Universidad Autónoma de Coahula (UAdeC), el Instituto Excélsior , la Universidad Jaime Balmes, Guardería Cri-Cri, así como el Tribunal Supremo del Estado y las Escuelas de Contador Público, Psicología, Filosofía y Letras y Administración de Empresas.
También albergó a la Escuela Superior de Música
La Escuela Superior de Música se fundó con la coordinación del maestro Santiago Chío Zulaica el 6 de septiembre de 1985 con el objetivo de formar profesionales de la música con alto nivel de calidad. El primer plantel de la Escuela Superior de Música estaba ubicado en la calle de Purcell número 121 esquina con la calle Ramos Arizpe y permaneció ahí durante 9 años.
En septiembre de 2016 Casa Alameda abrió sus puertas como un espacio para las propuestas artísticas y culturales con el ‘Café Mucho Gusto’ y por casi 3 años este lugar fue escenario de espectáculos de danza, obras de teatro, exposiciones y conciertos.
Incendio de la Casa Alameda arrasó con más de 100 años de historia
El 18 de julio de 2019 ocurrió una de las tragedias más recordadas en la ciudad, y es que un voraz incendio dejó en cenizas la Casa Roja en cuestión de minutos.
El siniestro inició alrededor de las 00:30 horas de ese día, los testigos comentaron que previo al incendio se había registrado un apagón, por lo que al final se determinó que un corto circuito lo había provocado.
“Me dí cuenta que tenían muchos aparatos conectados, el problema es que las instalaciones eran muy viejas y en aquella época los cables los cubrían con tela no de plástico y pierden calidad, no fue algo provocado, fue un corto circuito causado por las instalaciones viejas y la sobrecarga”, añade Carlos.
El fuego inició en la planta baja, en una de las habitaciones donde había mucho material combustible, aunado a que dentro de la Casa había muchas estructuras de madera, por fortuna trabajadores y habitantes de la casa, que en ese momento se usaba como cafetería no resultaron lesionados.
Por lo que se hizo el llamado al Sistema de Emergencias 911, aunque testigos señalaron que los bomberos tardaron en llegar. Lamentablemente el fuego se extendió de manera rápida y en un par de minutos el fuego acabó con más de 100 años de historia.
“Yo pienso que el Centro Histórico debería apoyar con algo para un edificio, no que se haga cargo porque es una propiedad privada pero sí que haya un apoyo dado el valor que tiene, es una casa única en Saltillo y al paso que va acabará siendo derribada”, comentó el también docente.
¿Qué factores influyeron para que se incendiara la Casa Alameda?
-La madera del mobiliario
-Sobrecarga eléctrica
-Sistema precario de cableado
-El diésel que usaban para limpiar la duela
Actualmente la Casa Colorada luce en ruinas, con estragos de aquél incendio que arrasó con todo a su paso, incluso se puede observar basura, graffiti en algunas paredes y uno que otro vidrio roto.
“Aquí era una cafetería-restaurante, aquí en la mera esquina, aquí venían a limpiar el lugar después del incendio pero lo suspendió el Municipio, deberían de meterle mano, lo que sé es que tenía un estilo muy bonito, y ahorita lamentablemente en la Alameda pasa mucho migrante o muchachos que hacen graffiti y se han metido aquí a la Casa a hacer pintas”, comenta Jesús Espinoza, uno de los vecinos de la zona.
Fuentes bibliográficas:
-Once gobernadores. Reseña Política de Coahuila (1917-1963)
-R. Ayuntamiento de Saltillo. Archivo Municipal de Saltillo. Patronato de Amigos del patrimonio histórico de Saltillo. (2005)
-¡Gracias Coahuila! 8 años. Evidencias lo mejor de Coahuila. (2005)
-Archivo Municipal de Saltillo
JVS