Durante décadas, la esquina de la avenida Juárez y 17 Sur se convirtió en escenario del misterio. De boca en boca, se fue contando la historia de aquí vivía una familia de seres de pequeña estatura, de ahí, se dio paso a la llamada Casa de los Enanos.
De un estilo francés, propio de la época del Porfiriato, el inmueble con láminas en las rejas y ventas oscuras, generó incertidumbre entre la población del siglo XX; sus habitantes eran tan reservados, que de ahí creció la especulación de que una familia de enanos se ocultaba en ese lugar.
La casa fue construida en el año 1890 por migrantes italianos, pero una de las hijas de los dueños se quitó la vida en un despacho, después la vivienda quedó abandonada al menos 20 años, a raíz de la Revolución Mexicana.
A partir de los años 30, la propiedad pasó a manos de un empresario textil de origen español. El hombre contrajo nupcias con una mujer poblana con quien tuvo tres hijos. La familia introdujo muebles de estilo Luis XV, por lo que la servidumbre cuidaba que el sol no los dañara, tanto así, que los dueños mandaron a fabricar muebles para que los niños jugaran en el patio, esto fue lo que aumentó la curiosidad entre los poblanos.
Otra historia narra que un par de hermanos procreó hijos, los cuales nacieron con deformidades, entre ellas, enanismo, razón por la que eran ocultados de la sociedad.
Se acaba el misterio en la casa del número 1702
La tarde del 27 de marzo de 2013, la Casa de los Enanos perdió su misterio, porque aunque muchas historias giraban a su alrededor, nunca hubo pruebas fehacientes de la existencia de seres pequeños, pero tampoco se sabía más de sus moradores.
Ese Miércoles Santo, personal de la Policía Estatal cumplieron con un desalojo ordenado por un juez como parte de un litigio. Los muebles fueron retirados del lugar. En lo que se resolvía la situación jurídica de la casa, aparecieron tres posibles dueños, José Alfredo Gutiérrez, Claudio Ernesto Arce y Rosendo Huesca Pacheco, ex arzobispo de Puebla, quien habría pagado 20 millones de pesos para quedarse con la propiedad.
¿Qué pasó con la Casa de los Enanos?
La Casa de los Enanos fue utilizada como set de grabación para la telenovela Herencia Maldita, una producción de Televisa en la que participó Angélica María y en 2015, en el rodaje Corazón que Miente.
En el año 2018, el inmueble fue abierto al público para que los visitantes recorrieran sus pasillos en un ambiente de terror. En 2019, la vivienda fue sede de la exposición Casa Besign.
Actualmente, la casa sigue luciendo intacta, bella, sus luces son encendidas cada noche, pero eso sí, nadie vive ahí.
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