Ubicado al oriente de Durango, la casa del anciano perteneciente al sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el estado, ofrece un lugar amplio y amigable para todas aquellas personas de la tercera edad que por su propio pie o alguna otra razón deciden ingresar.
Fidel Gómez García tiene 75 años platicó los motivos que lo llevaron a este lugar, dijo que fue voluntario luego de sufrir un accidente que casi le quita la vida.
Explicó que hay muchas actividades, unas al interior y otras más al exterior de las salas, y para Don Fidel una de las favoritas es la jardinería, por lo que todos los días sale para darle mantenimiento a las plantas y arbustos del lugar.
Antonia Salas, es otra de las inquilinas de estas instalaciones quien a sus 79 años ha logrado hacerse de buenas amigas, y a superar la muerte de una de sus tres hijos.
Ahí también conocimos la historia de Elsa López, quien, a comparación del resto de sus compañeros de espacio, ella se considera como una persona solitaria, y al intentar buscar su espacio, logro dar con la ciudad del anciano donde agradeció las atenciones y nueva familia que logró formar.
Jóvenes son apegados a los abuelos
Finalmente reconoció que los jóvenes no son muy apegados a los abuelos, ni a las personas, por lo que exhortó a las nuevas generaciones a que cuiden mucho sus abuelitos y que vean por ellos, porque aseguran es triste que los olviden.
Fernando Ramírez, médico adscrito a la ciudad del anciano, dijo que actualmente atienden a 63 ancianos en la casa del anciano en los tres tipos de servicios, los cuales son divididos en las áreas de intermedios comunitarios y villas Intermedios, y lo incapacitados.
Dijo que todos ellos son atendidos en sus necesidades médicas las 24 horas del día, alimentación y atención psicológica.