En menos de 10 días se registraron dos accidentes provocados por automovilistas que decidieron no pagar la caseta de Las Americas del Circuito Exterior Mexiquense, donde se implementó el sistema Ponchallantas para terminar con la evasión del pago.
En el primer hecho, un hombre perdió su vehículo y estuvo apunto de morir; los hechos ocurrieron la noche del pasado 9 de enero, cuando el automovilista detuvo su marcha, descendió de su auto y levantó la pluma de la garita para pasar sin pagar.
Cuando parecía que había logrado su objetivo, un trailer que pasó a toda velocidad para también evadir el pago, se llevó el vehículo y casi atropella al conductor que alcanzó a meterse a la garita para ponerse a salvo.
Aunque en el accidente no hubo pérdidas mortales, personal del Circuito Exterior Mexiquense aseguró que las incidencias relacionadas con la evasión del pago son constantes e incluso en los últimos dos años y medio se han hecho diversas modificaciones para reforzar la seguridad.
“Estos también son los hechos que queremos evitar, este sistema va de la mano con todos los caminos que queremos implementar para nuestros usuarios, pero también para todos nuestros colaboradores que permanecen en las casetas”, aseguró el Director operativo del CEM, Miguel Castro.
En el segundo accidente, un vehículo tipo Tsuru embistió a una trabajadora sin que resultara con heridas de gravedad.
La grabación muestra a una unidad de servicio público de pasajeros cuando está detenida en la garita mientras para que el chofer pague su cuota, luego de que el cobrador le entrega su ticket avanza y una de las trabajadoras del CEM aprovecha para cruzarse.
Pero, el chofer del automóvil particular aceleró para cruzar la pluma antes de que bajara para evadir el pago de la caseta y aunque trató de esquivar a la trabajadora terminó por arrollarla.
En la misma grabación se observa a la víctima levantarse y ponerse a salvo en el espacio de la garita, mientras el conductor huyó a toda velocidad.
Explicaron que una de las formas más comunes para evadir el pago por parte de los automovilistas era empujar la pluma con el vehículo, sin embargo, tener a personal de la caseta reparando las plumas descompuestas o destruidas también generaba un riesgo, por lo que decidieron cambiar las plumas con un sistema abatible que impide su ruptura, el cual fue reforzado con el sistema ponchallantas.
ZNR