Posible caso de abuso de un menor a manos de sacerdote en Gómez Palacio

La Diócesis de Gómez Palacio reconoció que desde hace más de un año se da seguimiento al presunto caso de abuso de un sacerdote en contra de un menor.

Posible caso de abuso de un menor a manos de sacerdote en Gómez Palacio (Archivo)
Gómez Palacio /

En la presentación de los protocolos para la Comisión para la Protección a Menores y Adultos Vulnerables, el Obispo de la Diócesis de Gómez Palacio, monseñor Jorge Estrada Solórzano, informó que desde hace más de un año se da seguimiento al presunto caso de abuso de un sacerdote en contra de un menor

Debido a que aún se encuentra en un proceso legal, el obispo se reservó ahondar en la información y datos personales, sin embargo, dio a conocer él fue el encargado de dar a conocer a la familia la situación de riesgo.

El obispo señaló que inmediatamente se tomaron las medidas canónicas, preventivas, las cuales son limitar las licencias ministeriales al sacerdote. Además de ponerlo a disposición de las autoridades civiles. Agregó, además, que la familia hizo la denuncia civil

El proceso canónico ya fue concluido, luego de enviarse el expediente a Roma, en donde les emitieron las disposiciones correspondientes, sin embargo, actualmente dependen del dictamen que emitan las autoridades civiles.

Informó que en la misma Ley de Asuntos Religiosos y Culto Público en el capítulo segundo; de sus asociados, ministros de culto y representantes, en su artículo 12, obliga a los obispos que en cuanto tengan conocimiento de un hecho ilícito o de cuando menos sospechoso, deben dar parte a las autoridades civiles de manera inmediata.

“Y eso se cumplió inmediatamente, aquí tenemos dentro del expediente el acuse de recibo de las autoridades civiles y además copia de todo lo que se trató con la familia”.

El actuar de la iglesia en este tipo de situaciones se separa en dos vías paralelas; una cosa es el Juicio Canónico, el cual puede concluir en que se pida al sacerdote la suspensión de sus obligaciones clericales,  que es la pena máxima que da la iglesia a un sacerdote; o bien, una pena menor, como una sanción que incluya un proceso terapéutico, y que se demuestre que esa persona no es una persona enferma o pederasta, o que no tenga una patología, y eso depende de la gravedad de la falta.

“Ya se hizo toda la investigación, ya se mandó a Roma todo el expediente, el expediente ya regresó, ya tenemos las instrucciones pero falta para concluir totalmente el caso, falta la sentencia civil”. 
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