Transportistas de la Ciudad de México aseguraron que, a un mes del aumento de un peso a la tarifa del transporte público, no percibieron cambio en sus ganancias, por lo que consideraron como insuficiente la medida adoptada por el gobierno capitalino.
En entrevista para TELEDIARIO, un chofer de la ruta 95 que se identificó como Juan afirmó que el aumento de la tarifa no les beneficia a los transportistas, pues los dueños de las unidades y quienes rentan placas son los únicos que obtienen ganancias de esta disposición.
"El aumento del peso está bien. Lo que no está bien es que estos señores, los dueños, nos quiten lo ganado", dijo Juan con relación a las nuevas formas de trabajo que han adquirido las rutas de transporte luego del aumento de la tarifa.
De acuerdo con Juan, las nuevas formas de trabajo consisten en lo siguiente: los dueños de las rutas llevaron a cabo su propio estudio y concluyeron que durante una jornada de trabajo a la unidad suben en promedio 400 pasajeros, equivalentes a 400 pesos extra al final del día.
Sin embargo, la mitad de esos 400 pesos adicionales van para el dueño de la ruta, lo que significa que, gracias a la nueva disposición, Juan únicamente recibe 200 pesos adicionales por la nueva disposición.
"Tú como chofer tienes que pagarle a quien te renta la camioneta, a quien te renta las placas, y luego al dueño de la ruta. El chofer es el que más se chinga".
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de su encuesta Origen-Destino, indicó que en la Ciudad de México los colectivos transportan diariamente a 6.09 millones de personas, lo que representa una cantidad mayor a lo que se reporta en autos, con 3.15, o en el Metro, con 2.39 millones de personas.
En promedio, 11.53 millones de viajes diarios se realizan en colectivo, cifra que indica que casi el 75 por ciento del total de los viajes que se llevan a cabo en la ciudad son en transporte público.
"Nosotros no fuimos cuando los dueños de las rutas nos pidieron apoyo para ir a cerrar las calles. Cómo por qué habríamos de ir, si quedamos igual", dijo Juan como respuesta a la petición que los propietarios de la ruta les hicieron a él y a sus compañeros, para que asistieran a las manifestaciones organizadas por los líderes de la red de pasajeros que dejaron como resultado, desde el 15 de junio, el aumento a la tarifa.
El chofer de microbús de la ruta 12, Adrián Herrera, comparte con Juan la molestia de no haber sido involucrado en la toma de decisiones a la hora de subir la tarifa.
"A nosotros nadie nos consultó, porque cuando estás en el gremio te atiendes a lo que digan esos güeyes, los líderes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT). Ellos son los que deciden qué es lo que se hace".
El vocero de la FAT, Domingo Pérez Carapia, comentó que los transportistas no dieron su autorización para el aumento de la tarifa en el transporte público concesionado, pues fue una decisión de las autoridades capitalinas, lo que resultó contraproducente, pues los choferes no están siendo beneficiados.
- Comunidad
Pese a la inconformidad de los transportistas, los dueños de las rutas afirmaron que tampoco reciben ganancias con el aumento de las tarifas, pues también subieron los insumos.
Según la FAT, los precios de los combustibles y de los insumos para darle mantenimiento a las autoridades se han incrementado durante estos cinco años, cuando el último aumento a la tarifa durante el gobierno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Ciudad de México. Durante dicho lapso, los diputados declararon que el incremento era una consecuencia de la subida en combustible y electricidad.
Actualmente, los transportistas se muestran inconformes, pues consideran que las condiciones actuales no son parecidas a las de hace cinco años, cuando el costo de los combustibles aumentó, pero los precios de los insumos para darle mantenimiento a la unidad y otros aspectos como gastos en salud, comida y vivienda se mantenían estables.
"Seguimos ganando lo mismo, pero también gastamos más para mantener las unidades. Tenemos que hacer milagros para mantenernos", dijo Adrián.
La petición original del FAT, misma que fue rechazada, consistía en subir el costo del transporte a 9 pesos; lo que significaba un incremento de casi el 100 por ciento.
La propuesta estaba supuestamente sustentada en datos de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi), que indican que la tarifa promedio en todo el país es de nueve pesos; sin embargo, el director de la dependencia, Andrés Lajous, mencionó que luego de hacer análisis en los que se monitorearon costos y gastos de los transportistas: "no se justificaba subir la tarifa".
"Una buena solución sería: no le aumenten a la tarifa, pero tampoco aumenten la gasolina", respondió Adrián como una alternativa.
KT