En la alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, se ubica una clínica que está relacionada con múltiples casos de presunta negligencia médica, los cuales se vinculan a una misma red de especialistas.
Lo que comenzó como la denuncia de una menor de edad con daño cerebral permanente tras una cirugía estética escaló, pues se reveló que Monserrat, madre de familia, murió en dichas instalaciones.
Mientras la opinión pública seguía de cerca el caso de una adolescente de 15 años cuya vida cambió tras una rinoplastia, surgió el nombre de Monserrat, una mujer de aproximadamente 30 años que ingresó al hospital MaxMedic para una cirugía de emergencia de vesícula.
A diferencia de los procedimientos estéticos, esta era una intervención necesaria; sin embargo, los resultados fueron fatales, ya que Monserrat falleció en la clínica y dejó en la orfandad a siete hijos pequeños.
De acuerdo con los familiares de la víctima, los médicos se limitaron a informar que el procedimiento "se complicó" antes de entregar el cuerpo sin vida, lo que motivó manifestaciones y bloqueos en vialidades como Río San Joaquín para exigir justicia.
Fernanda sufre derrame cerebral tras operación de nariz; sus papás le regalaron la cirugía por sus XV años
El caso de Monserrat está estrechamente ligado al de Fernanda, una menor que pidió una rinoplastia en lugar de una fiesta de XV años.
La operación, realizada el 24 de agosto de 2025, derivó en un infarto cerebral provocado aparentemente por la obstrucción de una arteria que conecta la nariz con la cabeza.
Fernanda, quien era una joven activa y recién aceptada en el bachillerato, hoy enfrenta una realidad compleja, pues tiene parálisis en el brazo y pierna derechos, perdió la memoria y sufre afectaciones cognitivas graves.
Además, depende de un guante robótico para su rehabilitación y medicación constante para evitar convulsiones.
- Comunidad
Las investigaciones y denuncias públicas han puesto bajo la lupa al cirujano Carlos Ortigosa Sequeiros, dueño de la clínica Sequeiros Beauty, y a su pareja, Yasmín Martínez.
La gravedad del caso aumenta al descubrirse que Martínez, quien se ostentaba como médico anestesióloga durante las cirugías, carece de estudios médicos.
Según los registros oficiales, Martínez es en realidad licenciada en administración y dirección, lo que significa que no cuenta con la especialidad necesaria para asistir en procedimientos invasivos.
Pese a esta carencia de credenciales, ella era la encargada de monitorear a los pacientes, llegando a minimizar el estado de Fernanda tras la cirugía con frases como "está hinchada pero hermosa", incluso cuando la joven ya presentaba signos de trauma neurológico y vomitaba sangre.
El esquema de operación de estos especialistas parece aprovechar lagunas regulatorias.
La clínica Sequeiros Beauty, ubicada en la colonia Anáhuac, ya había sido clausurada previamente por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CdMx) y el INVEA, pero continuaba funcionando de manera irregular.
Por otro lado, el hospital MaxMedic, donde se realizaron las intervenciones, se encuentra en un estatus de "regularización", lo que implica que no cumplía cabalmente con la normatividad sanitaria al momento de los hechos.
Los familiares de ambas víctimas exigen que los responsables enfrenten penas de cárcel y que se brinde apoyo económico para los costosos tratamientos de rehabilitación que la menor requerirá de por vida.
SCM