José Antonio, un joven con discapacidad auditiva y cognitiva, acostumbraba caminar por la colonia Prados de Tultitlán todos los días, pero el pasado 6 de octubre de 2021 desapareció; su familia lo vio por última vez abordando una combi con dirección al Metro Indios Verdes.
“Le pido a todas las personas que lo han visto que lo ayuden que hablen a los teléfonos, que no tengan miedo”, declaró en octubre Flora Hernández, madre de José Antonio en entrevista con TELEDIARIO tras su desaparición.
Desde ese día, Doña Flora Hernández, y su hermana no pararon de buscarlo, por lo que colocaron carteles en el Estado de México, Ciudad de México y otros estados del país donde se le avisaba que podía haber sido visto y fue hasta el 14 de mayo, casi 7 meses después, que lo encontraron el “El Buen Albergue”, refugio cristiano, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza. Llegó ahí llevado por otro indigente en noviembre del año pasado.
“Tuve más ojos que me ayudaron en la búsqueda de mi hermano y posteriormente estuvimos abriendo perímetro a Venustiano Carranza y Cuauhtémoc con los posteos y afortunadamente el 14 de mayo recibí una llamada de Comisión de Búsqueda con un posible parentesco de un 90 a 99 por ciento”, contó TELEDIARIO Citlali, hermana de José Antonio.
Ahora José Antonio ya está con su familia y con una nueva pasión, la jardinería, oficio que aprendió en el albergué y que ahora le encanta.
“Nunca perdí la fe, siempre dije, primero Dios, lo voy a encontrar, siempre fue mi esperanza de que lo iba a encontrar y que estaba vivo”, afirmó Flora Hernández.
En la actualidad, el albergue cuenta con 50 personas, las cuales son llevadas ahí por invitación de sus voluntarios y que además de darles asilo, buscan reinsértalos a la sociedad.
"Nosotros tenemos un camión que hace recorridos durante las noches y vamos con las personas que están en situación de calle y los invitamos a que vengan con nosotros aquí. No sólo queremos darles alimento o una cobija, sino también reinsertarlos a la sociedad; hay algunos que llegan solos y están en tiempo que ellos deciden, cuando el problema con sus familias se han solucionado”, compartió Arturo Ángel Ramos, pastor de este albergue.
lvm