Ceniza volcánica Popocatépetl: por qué no se debe tirar a la coladera

La ceniza volcánica se debe barrer en seco y guardarla en bolsas para evitar riesgos a la salud.

La ceniza volcánica se debe recolectar en bolsas de platico y desecharla en contenedores orgánicos / Andrés Lobato / Melanie Torres
Puebla, Puebla /

Puebla y otros estados aledaños al Popocatépetl como Estado de México, Ciudad de México y Tlaxcala han padecido por la caída de ceniza volcánica, ante la actividad reciente del volcán; para evitar afectaciones a la salud se recomienda recolectar la ceniza pero es importante no tirarla a la coladera porque puede dañar las tuberías.

¿Cómo podría afectar la ceniza las tuberías? La ceniza volcánica se compone de fragmentos de roca, minerales y vidrio volcánico que se producen durante erupciones explosivas de un volcán.

La ceniza se solidifica al contacto directo con el agua, por lo que al desecharla en coladeras o alcantarillas esta se puede acumular dentro de las tuberías de desagüe, o durante temporada de lluvias podría mojarse y convertirse en un lodo espeso que se solidifica rápidamente, obstruyendo la infraestructura de aguas residuales.

La mejor manera de recolectar la ceniza es barrerla en seco y guardarla en bolsas. Para desecharlas se pueden depositar en contenedores orgánicos o al servicio de recolección de basura.

Evitar usar agua para limpiarla de banquetas, techos o calles. Para limpiar automóviles cubiertos de ceniza volcánica, se recomienda hacerlo con un trapo mojado sin aplicar presión para evitar rayar el vehículo.

Composición química de la ceniza

La ceniza volcánica como la del Popocatépetl está formada por partículas producidas por la fragmentación de las rocas durante las erupciones y tienen un tamaño menor a 2 mm. La ceniza suele estar caliente en las inmediaciones del volcán y se enfría cuando cae a mayor distancia

La ceniza tiene características de ser abrasiva, de color gris claro hasta un tono negro y puede variar en tamaño, desde arenilla hasta polvo fino como talco.

Estas son abrasivas, no se disuelven en agua y pueden contener gases volcánicos, con olor a azufre.

Las cenizas volcánicas frescas o recientemente caídas pueden tener un recubrimiento ácido que causa irritación en pulmones y ojos, el recubrimiento ácido desaparece fácilmente con la lluvia, pero puede arrastrarlas contaminando las reservas de agua local.

AGA

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