El presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie, reconoció que las autoridades se vieron rebasadas antes los hechos violentos ocurridos durante el Clásico Tapatío el 21 de noviembre, en el Estadio Akron, donde un hombre fue apuñalado en diversas ocasiones tras defender a su hijo de los ataques.
En sus declaraciones, Frangie indicó que a pesar de que el operativo de seguridad fue extenso y se implementaron diversas medidas, no fue suficiente para prevenir las agresiones. Sin embargo, afirmó que Club Chivas se hará responsable de este incidente violento.
“Qué pasa, obviamente hay situaciones que se van de las manos. Lo que tengo entendido hasta ahorita es que se va a ser responsable Club Chivas, el Estadio, de todos los sucesos que pasaron. Desgraciadamente por más seguridad y vaya que es un estadio con medidas de seguridad altas, cámaras, arcos y todo, pero rebasa la pasión y hay gente que va a provocar muchos tipo de situaciones, aprovechan que se ponen una camiseta para delinquir”, explicó.
Frangie también destacó el papel preventivo de las autoridades, recordando que su labor es interceptar a los agresores y entregarlos a la Fiscalía de Jalisco, la que después se encargará del proceso legal correspondiente.
“Nuestro trabajo es detenerlos y pasarlos a la Fiscalía, y ya la Fiscalía toma su camino. Recordemos que somos preventivos nosotros”, agregó.
Este incidente subraya una vez más la necesidad urgente de reforzar las medidas de seguridad en los eventos deportivos y prevenir cualquier tipo de violencia que empañe la pasión del fútbol.
¿Qué pasó el día de la agresión?
Gerardo Soria, aficionado del Atlas que asistió al partido junto a su hijo de 16 años, relató cómo fue atacado por un grupo de seguidores de las Chivas, quienes lo agredieron con un arma blanca, causándole lesiones graves que pusieron en peligro su vida.
De acuerdo con el testimonio de Gerardo, el ataque ocurrió cuando él y su hijo se dirigían hacia los pasillos para abandonar el estadio tras el partido. En ese momento, un grupo de entre siete y ocho personas los interceptó, gritando amenazas y lanzando golpes.
Soria, en un intento por proteger al menor, lo abrazó y lo cubrió con su cuerpo mientras ambos eran golpeados y empujados contra una pared. Durante el ataque, no se percató de las lesiones con arma blanca que había recibido, ya que lo único que le importaba era resguardar a su hijo.
AA