Con miles de asistentes, este año se llevó a cabo una vez más la tradicional Procesión del Silencio en Viesca, Coahuila, en la que cerca de 200 actores recorrieron las calles acompañando a María en la dolorosa por la pérdida de su hijo Jesucristo .
Al caer la tarde, este Viernes Santo la marcha del silencio recorrió calles y avenidas de Viesca donde se conmemora la Pasión de Cristo en luto por su muerte.
En esta ocasión el recorrido se aplicó como atractivo para los turistas, por segundo año consecutivo se contó con la participación de las mujeres cardencheres de Durango.
Como toda una tradición cultural y desde muy temprano, familias se dieron cita este año para ser testigos fehacientes de esta escenificación además de aprovechar de la venta de comida y antojitos mexicanos y sin dejar de mencionar los tradicionales mamones.
Por su parte, el párroco David Batarse Rivera, agradeció que cada año más fieles llegan desde otros estados para presenciar la procesión del silencio.
Durante el trayecto de la dolorida, las cofradías siguieron a la virgen donde en cada uno de los cinco puntos se rezó un misterio.
Por último, este año al terminar el recorrido se presentó un mariachi de música sacra.
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Qué significa la procesión del silencio
La procesión del silencio tiene como fundamento los cinco misterios dolorosos y las 14 estaciones del viacrucis que son representadas por las cofradías.
Es una ceremonia de solidaridad y acompañamiento al dolor que Jesús vivió en la crucifixión.
Esta manifestación religiosa es atribuida a los primeros cristianos o a los monjes Franciscanos durante el siglo XIII en su peregrinar por la ciudad santa de Jerusalén.
En México, se cree que esta tradición fue traída a la llamada Nueva España por los padres Carmelitas en 1585; dicha tradición continuó así hasta nuestros días y se arraigó con mayor fuerza en las ciudades de Querétaro, San Luis Potosí, San Miguel de Allende y Taxco.
En la procesión del silencio se realiza un recorrido que inicia cuando el pregonero declama al paso de las imágenes de Jesús y María, invitando a la reflexión y al arrepentimiento.
EC